La Vinotinto se planta en esta Copa América con la intención de demostrar que su etapa de selección débil ya quedó atrás y sin ponerse ningún tipo de techo en la competición. Venezuela, dirigida en estos momentos por José Peseiro, quiere evidenciar por fin que lo que se viene hablando hace tiempo de su prometedor cambio generacional ya es un hecho y que los Savarino, Soteldo, Córdova o Yángel Herrera que maravillaron en el Sub-20 encajan a la perfección con el bloque de veteranos (Tomás Rincón, Rosales...) y los talentos que no paran de crecer por el mundo (Darwin Machís, Josef Martínez...).

Uno de los nombres propios en Venezuela, Salomón Rondón, no estará presente en la cita continental debido a los problemas físicos que ha arrastrado desde su final de temporada en Rusia. Una baja sensible que debe ser suplida por Josef Martínez, que debe soportar la presión y alcanzar un nivel similar al que muestra en la MLS.

La selección venezolana busca mejorar su actuación en la Copa América de 2019, en la que quedó apeada en los cuartos de final tras caer 0-2 frente a la Albiceleste. Su mejor papel en la competición data de Argentina 2011, finalizando en cuarto puesto después de no llegar a la gran final por la lotería de los penaltis ante Paraguay y ser goleado en el partido por el tercer puesto ante Perú. Como dato curioso, la Vinotinto ha llegado al menos a los cuartos de final en cuatro de las cinco últimas ediciones.

Yángel Herrera ha brillado a lo largo de toda la temporada, como ya hizo la pasada, en las filas del Granada. Se ha mostrado como uno de los centrocampistas más completos de La Liga y el sueño de formar parte de la plantilla del Manchester City ya no es tan lejano. Ofrece un trabajo descomunal, tiene calidad técnica y en la pelota parada es una importante pieza con su olfato para cazar pelotas en el área.

José Peseiro tiene la difícil misión de hacer olvidar el rendimiento que la selección alcanzó con Dudamal al frente del equipo. Por el momento los resultados no han sido demasiado buenos en las Eliminatorias y el técnico portugués tiene problemas para lograr la sobriedad defensiva que marca la diferencia en choques tan exigentes como los que se viven entre equipos Conmebol. Además, en la parte ofensiva debe exprimir a sus jugadores para entre todos no pagar la ausencia de Rondón.