Con su salida en el aire, el croata es titular en el Wanda después de haber asentado al equipo ante el Dortmund. El Atlético es un club que le ha querido históricamente.
De pronto, Ivan Rakitic ha vuelto a aparecer en escena. Sorprendente titular ante el Dortmund después de unos buenos minutos en Leganés, el croata asentó al Barça. Rakitic se sobrepuso a una pérdida fatal de balón en la primera jugada del partido ante los alemanes y fue creciendo con el paso de los minutos. Su calidad táctica pesó en el juego del Barcelona, que dominó el centro del campo a través de las recuperaciones de De Jong y la pausa del croata, jugador que se entiende a la perfección con Messi, con quien conversó ampliamente antes del partido. Rakitic habla el idioma Barça y al equipo le hacía falta reconocerse en el campo. Con Busquets, Rakitic y De Jong, el orden volvió al Barça.
La baja de Busquets y la intermitencia de Arthur, otro futbolista que empieza a dar extraños síntomas de estar más pendiente de otras cosas que no sean fútbol, convirtieron a Rakitic en indiscutible para jugar en el Wanda.El Atlético no es un rival cualquiera para Rakitic. De hecho, lo pretende hace casi una década. Frustrado primero en 2011 cuando Monchi se lo robó a última hora con una jugada maestra en un hotel de Villarreal y se lo llevó al Sevilla, donde fue un héroe, Gil Marín creyó tenerlo fichado finalmente en la primavera de 2014. Pero un rápido movimiento de Zubizarreta que contó con el beneplácito del hermano y agente del jugador y del mismo Ivan, que soñaba con el Barça, terminó con sus huesos en el Camp Nou. Cinco años y medio después de aquello, el Atlético se ha vuelto a interesar por su situación. Para empezar, al Barça no le costa ese interés porque entiende que el Atlético, después de su encendida defensa de los códigos en el caso Griezmann, nunca actuaría así e iría por detrás para hablar con un jugador con contrato. Segundo, porque no le apetece reforzar a un rival directo. Y a estas alturas, Rakitic todavía puede darle mucho a cualquier equipo.
Es difícil saber si la situación de Rakitic va a cambiar mucho por lo sucedido las dos últimas semanas. Volvió de la concentración de la selección croata por unas molestias en el tendón de Aquiles en un gesto de profesionalidad, especialmente ahora que no está jugando, que fue muy valorado en el club. Y no jugó con Croacia pero sí el siguiente partido contra el Leganés. No se sabe cuánto pesó eso en la decisión de Valverde de colocarlo como titular contra el Borussia Dortmund. Pero las temporadas de fútbol, que pasan por las cuatro estaciones del año, dan numerosos giros inesperados de guión. El de Rakitic, cuya salida parecía segura hace sólo dos semanas, podría ser un caso. De momento, pase lo que pase, él está dispuesto a hacerle un penúltimo servicio. La ovación que el miércoles le dedicó el Camp Nou cuando fue sustituido en el partido contra el Borussia Dortmund (con gritos incluidos de"Ivan quédate") ya demuestra que, pase lo que pase, ya ha dejado huella.
