Diciembre, un reto para los treintañeros del Barça

Ahora que se divisan síntomas de decadencia en el Barça, nada como el mes de diciembre para medir cuál es el nivel real del equipo. En todos los carteles está anunciado ya el demoledor calendario que tendrán que afrontar los de Valverde desde el próximo domingo hasta el 21 de diciembre: Leganés, Dortmund, Atlético, Mallorca, Inter, Real Sociedad, Real Madrid y Alavés. Ocho partidos, cinco etiquetados como premium, que serán examen, especialmente, para los treintañeros del Barça. Exceptuando Rakitic, cuyo papel es ya residual en el equipo y sólo espera una salida en el próximo mercado de invierno, las vacas sagradas del equipo se van a poner a prueba en partidos que les van a medir con los mejores pero que también va a explorar su capacidad de recuperación una vez pasada la treintena.

Camino de los 33 años, Piqué va a estar en la lupa de todos. Volcado con la nueva Davis, que tendrá una post-Davis, el evento, de dimensión mundial, le va a exigir dividir sus fuerzas y su concentración. A Piqué, que sufrió con Olayinka en su último partido de exigencia y que no estará contra el Dortmund por sanción, le esperan Morata, Diego Costa, Oyarzabal, William José, Lautaro o Benzema entre otros. A sus 31 años, Busquets no tiene nada que ver con Piqué. Dedicado en cuerpo y alma al fútbol, pero con el lógico desgaste de los años, también está en el foco este mes en el tendrá que medir su vigor con el de centrocampistas jóvenes. Valverde ya ha dado muestras en el inicio de la temporada de que está dispuesto a dosificarlo. Partidos con menos exigencia teórica (Leganés, Mallorca o Alavés) podrían servir para dosificarle. Todos están pendientes también de Jordi Alba. Con 30 años recién cumplidos, las lesiones le están jugando una mala pasada en el inicio de temporada. Su recuperación, y especialmente su descanso para no recaer, será clave en este mes.

Pero si a alguien va a exigir este tramo de la temporada es a los delanteros. Por si fuera poco, Messi y Suárez llegarán después de un tour con sus respectivas selecciones, Argentina y Uruguay. Desde la distancia, da la sensación de que Messi llega en forma. Ha marcado en las últimas cinco jornadas, viene de hacer un hat-trick y confía en que la inactividad de los dos primeros meses por la lesión resulte ahora una ventaja porque haya acumulado menos desgaste que otros años. El Barça, obviamente, está pendiente de él. También de su socio. Con Suárez siempre hay controversia pero cuando no está el uruguayo, el Barça se cae. Salvador ya en varios partidos esta temporada, especialmente en uno ante el Inter en el que a saber dónde estaría el Barça en Champions sin esa victoria, el charrúa también ha estado envuelto en la polémica en las últimas semanas. Lesionado en el partido ante el Levante después de una acción con Clerc, quiso reaparecer antes del parón para viajar con Uruguay. Los focos también le siguen desde que el curso pasado decidió operarse del menisco de su rodilla derecha después del 4-0 de Liverpool y no jugó la final de Copa del Rey pero sí la Copa América. El Barça depende en gran parte de sus goles y va a estar bajo la lupa. El último de los treintañeros a considerar es Arturo Vidal, que también llegará de la concentración con Chile y que después de un principio de temporada en el que no contó para nada, está disfrutando de más minutos.

De todos ellos, Messi, Alba y Suárez son los que han sufrido lesiones durante la temporada. El argentino se lesionó el sóleo en el primer entrenamiento del curso, luego recayó y también se perdió el partido ante el Getafe por problemas musculares. De las tres lesiones de Messi a las dos de Alba, las dos musculares en la misma zona, el tendón de la corva. Y, finalmente, también dos lesiones de Suárez. La primera, en la pantorrilla y esta última del sóleo que puso al Barça en alerta pero que el uruguayo resolvió yéndose con su selección y reconociendo desde allí que ya le ha dicho al club que le busque un recambio... Pero este año sólo está él.