—En agosto ya charló con AS, pero todavía era un recién llegado al Atlético. ¿Qué ha cambiado en estos meses?
— Sigo con la misma idea que cuando tomé la decisión de venir al Atlético. Veo desde dentro que es un equipo y un club que se asemeja mucho a lo que intuía, esa unión entre los jugadores, la gente que forma parte de la entidad, la afición… Desde fuera se veía envidiable, cuando te acercas y ves un partido en el estadio, cómo la gente anima y los jugadores luchan el uno por el otro. El sentimiento de unidad me animó aún más a venir. Y hay una exigencia y un crecimiento que hace que grandes jugadores quieran venir.
—Habla de exigencia. ¿Nota que la crítica es muy fuerte y que un mal resultado se castiga? ¿Es excesiva?
— Mucha gente de fuera y muchos periodistas entienden que el Atlético debe ganar lo máximo posible y se le compara con los grandes. Es bueno, nos obliga a exigirnos y a mejorar, a ser ambiciosos y eso nos hará crecer.
—Por ejemplo, ¿por qué el equipo rinde mejor en las segundas partes? ¿Qué se habla en el vestuario?
— Son situaciones del fútbol. Los equipos te estudian cada vez más y te hacen daño, son muy competitivos. Es complicado y en un partido hay muchos momentos. La parte positiva es que tengamos el poder de cambiar porque nos hemos dado cuenta de que algo no está funcionando como debe, es importante saber responder ante la adversidad, pero lo ideal sería hacerlo bien de inicio.
—¿Pero el grupo se da cuenta en el campo? Ocurrió, sin ir muy lejos, en el Pizjuán.
— Sí, son cosas que hay que corregir y que ajustar. Con nuestra idea y lo que planteamos durante la semana, hay que saber aplicarlo.
—Y a nivel individual, se ha metido cinco partidos seguidos en el once…
— Muy contento. El futbolista se siente feliz cuando juega y participa. Son prácticamente los primeros partidos que juego al máximo nivel con el Atlético, enlazados, en Europa… Mientras me vaya adaptando así, será bueno para todos.
—¿Siente que es la oportunidad que esperaba y que la está aprovechando?
— Sí, creo que sí. Es un poco desagradable porque llega por la lesión de un compañero, pero nuestra labor es estar listos. Intento hacerlo lo mejor posible y que el míster sepa que estoy aquí, como cuando vine. Tiene un futbolista más para contar con él.
—Ha coincidido con Savic, con Giménez y con Felipe. ¿Ya los va conociendo?
— Cada uno tiene sus características. Pero como trabajamos con una misma idea, nos vamos adaptando bien. Supongo que durante el año nos irá tocando cambiar la pareja de centrales con frecuencia, así que sabemos que hay que acoplarse con todos.
—Y además de como central, ¿cómo se ve de lateral izquierdo?
— Es una posición en la que he jugado, pero no es que me agrade mucho, la verdad. Sé que siempre hay necesidades en el equipo y donde me toque jugar en beneficio del grupo lo haré. Si me toca de lateral o donde sea, allí estaré. A veces hay que sacrificarse.
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Mario Hermoso, del Atlético, durante la entrevista con AS. RAFA APARICIO DIARIO AS —Pero hace años jugó incluso en el centro del campo, ¿no?
— Sí, ha sido mi evolución. Primero extremo, después lateral y ahora central. Va en el momento y luego los entrenadores piensan que puedes ser más útil en una posición o en otra. En mi caso, creo que ha dado resultado.
—Entonces, si le dan a elegir, central izquierdo.
— Sin duda.
—¿Y qué tal con Simeone? Para un defensa es un reto…
— Ha demostrado que es uno de los mejores entrenadores, sino el mejor, en lo que él conoce, que el equipo compita, dé la cara, que sepa trabajar en bloque y con todas las piezas comprometidas. Pero no sólo los que juegan, sino que los veintitantos estén convencidos y crean en el míster y en su idea. Es un referente.
—Normalmente se le valora su buen toque de balón. ¿Se considera un central blando?
— Quien me considere blando no me conoce y poco me ha visto jugar. Algunos de los aspectos que siento como virtudes son ir fuerte a los balones divididos, salir bien a las coberturas, tapar los espacios, intentar siempre contener esos desajustes que haya. Sí, quizá llama más la atención el toque o un pase en largo, pero son complementos que hacen que un jugador sea más importante. Pero yo creo que el míster me trae porque soy buen defensor; si no, no estaría aquí.
—¿Sintió al llegar al Atlético que se le iba a exigir más por su pasado madridista?
— No lo he pensado así. El pasado está ahí, pero cuando vienes a un grande ya sabes que vas a tener que dar un poco más porque eres nuevo, estás en proceso de adaptación y la gente no te conoce. Pero no por haber estado en el Madrid. Tengo que demostrar por qué puedo tener un hueco aquí y que quiero ser importante en el club y en la Selección.
—Entiendo que ese es su otro gran reto del curso: regresar a la Selección e ir a la Eurocopa.
— Sí, representar a tu país es muy bonito e importante para una carrera. Pero hay cada vez más jugadores con los que puede contar el entrenador y eso es bueno para el equipo. Ya vemos que van futbolistas de muchos clubes, está abierto más allá de los Atleti, Madrid, Barça y alguno más… El seleccionador no se casa con nadie y quiere rendimiento.
—Sí parece que el de central acompañante de Ramos es uno de los puestos abiertos…
— Hay mucha competencia y eso lo agradece el míster. Yo trabajo para estar en esa lista de 23. Es un reto que tenía ya en el Espanyol, que parecía casi increíble y tuve la suerte de ir a cuatro convocatorias, y sigue muy presente.
—Volviendo al Atlético, ha llegado otro golpe en forma de lesión. ¿Cómo afecta la baja de Diego Costa?
— Es desagradable. Una lesión de un compañero es una lástima, porque deja de hacer lo que le gusta. Diego es un jugador muy importante, es ambicioso y tiene ese carácter que contagia y soluciona partidos. Te cambia la imagen, como pasó en Sevilla por ejemplo. Él sabe que estamos con él y que ya le estamos esperando.
—La última cita fue contra el Espanyol, que parece que lo echa de menos. ¿Cómo lo ve?
— Están en tres competiciones y eso no es fácil, les cuesta incluso a los que llevan muchos años a ese nivel. La temporada pasada también tuvimos algún momento malo y fuimos capaces de darle la vuelta y de entrar en Europa. Es un reto y seguro que le darán la vuelta porque tienen grandes jugadores y grandes personas. Soy muy optimista, saldrán de está.