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VALENCIA

Alemany: "No entiendo que yo tenga que dejar el Valencia, me duele"

Mateu Alemany ha recalcado que no puede dar una explicación de su salida del Valencia "porque no la sé" y señala que uno de los problemas es la "falta de comunicación".

Mateu Alemany.
Alberto Iranzo.

Mateu Alemany no pudo aclarar el porqué de su salida del Valencia. No lo hizo pese a las más de 30 preguntas a las que respondió y a las casi dos horas que estuvo delante de los micrófonos en la rueda de prensa de adiós del club de Mestalla. No lo pudo aclarar, sencillamente, porque “no tengo respuesta, no lo sé”. A Mateu Alemany, que el lunes por la tarde firmó su desvinculación de manera “cordial”, le pasa lo que a muchos aficionados del Valencia: “No entiendo que yo tenga que dejar el Valencia, me duele y estoy triste por ello”.

Alemany solo puede intuir, “basándome en lo que públicamente dijo el presidente”, que su salida se debe a que “mi perfil no encaja en el modelo de gestión”, un modelo que tras dos años en los que Lim “aceptó el 99% de nuestras propuestas”, el dueño (“de forma lícita”) empezó a inmiscuirse de manera directa en la planificación. “Nuestra forma de proceder era el consenso. Hasta este verano tuvimos un respaldo absoluto. Entonces percibí un cambio en la receptividad de nuestras propuestas y ese cambio fue en aumento (…) En la venta de Rodrigo no se contó ni con la opinión del míster ni con la mía; tampoco en el fichaje de Thierry Correia y todo ello acabó con el cese del entrenador y el fichaje del nuevo entrenador”.

El ejecutivo balear señaló que uno de los problemas que ha tenido y tiene el Valencia es la “comunicación” entre Valencia y Singapur. Alemany explicó que Lim solo habla con “su gente en el club”, que son el presidente Anil Murthy y el consejero Kim Koh, y ello propicia que el dueño no siempre tenga buena información” de lo que pasa en el vestuario. En este sentido, Alemany, sin ser tan directo como lo fue el asturiano, cogió el guante que lanzó Marcelino cuando señaló que la consecución del título de Copa del Rey fue el detonante de la pérdida de confianza de la propiedad.

“Teníamos que haber buscado unos mecanismos de comunicación más directo entre el área técnica y el propietario. Lo que pasó con la Copa del Rey lo tengo claro. Públicamente, tanto yo como el entrenador, teníamos claro que la prioridad era la Champions y veíamos inviable poder utilizar un once tipo en todas las competiciones. Tanto el míster como yo decíamos que la Copa la íbamos a competir, pero dando oportunidades a los que menos minutos tenían. Eso fue así en todas las eliminatorias hasta cuartos (…) Lo que creo que no le llegó a Peter (Lim) es que en el partido de vuelta contra el Getafe tenemos una comunicación clara por parte del vestuario de que querían pasar esa eliminatoria y nos dejaron clara su motivación. El míster y yo hablamos del tema, los jugadores estaban ultramotivados para pasar esa eliminatoria. Pero ahí lo que faltó entender es la importancia que tiene un vestuario en un club profesional. Cuando un vestuario se conjura como lo hico el del Valencia, no solo hay que respetarlo si no que hay que apoyarlo, porque ese día, ese partido contra el Getafe, fue el día que nos metió en Champions”.