Caballé hace desafinar a un Castilla metido en crisis
El atacante del Ibiza remontó el gol castillista de Fidalgo con un doblete. Tercera derrota consecutiva del equipo de Raúl, en caída y que no logra hacerse fuerte.
El Castilla de Raúl entra, de manera patente, en su primera crisis de la temporada. Ni siquiera el factor de empezar ganando en el minuto 4 le sirvió para imponer su estilo y hacerse fuerte contra el Ibiza, un equipo diseñado para buscar la Segunda. Y bien que se notó. Pep Caballé ofreció una sinfonía de fútbol de bronce y se bastó para fustigar impenitentemente al filial blanco: primero desesperó a la zaga blanca con faltas y luego les pasó por encima con un doblete. Así se ganan los partidos en Segunda B.
El Castilla no tiene buen feeling con los equipos insulares, ahora con los baleares. Perdió en casa del Peña Deportiva, también contra el Ibiza y, por si fuera poco, visita la semana que viene Can Misses, la casa del líder, el Atlético Baleares. Esta vez el dolor de cabeza a Raúl se lo generó otro veterano de mil guerras en nuestro fútbol: el doctor Pablo Alfaro. Raúl empezó llevándose la partida a su lado con un buen gol de Fidalgo en una acción por la banda derecha. Esa, las bandas, es el arma principal del conjunto ibicenco. La primera media hora fue castillista, pero de ahí en adelante el veterano Javi Lara agarró la corneta y empezó a tocar con otro ritmo. Precisamente, el primer gol de Caballé vino en una acción muy similar a la del 1-0. Centro por la banda y remate en el área pequeña. De manual.
El empate recuperó al Castilla más menor e inseguro. En adelante, el Ibiza se apoderó del partido, Caballé consiguió su doblete cuando más duele, en los primeros cinco minutos tras volver del vestuario y el último cuarto de hora el filial blanco apenas pudo dar pequeños cachetes, inofensivos, a un Ibiza enrocado atrás, con Quintanilla y Mariano haciendo feliz a su entrenador.
El Castilla cae y cae y Raúl empieza a verse en su primer problema como entrenador. Tiene que recuperar y ya a un filial que ha perdido la confianza, que mira ahora hacia abajo y tiene un calendario poco propicio. Caballé hizo desafinar al Castilla, pero más que un tropezón blanco, es una tendencia peligrosa.