Rozada quiere un Oviedo que juegue "con corazón"
“Por juego, el Huesca es el mejor de Segunda”, señala el técnico del Oviedo.
Otra semana con movimiento de tierras en lo institucional y otra semana en la que a Javi Rozada le toca aislar a los suyos para centrarse en la siguiente cita liguera. El Oviedo visita al Huesca en la jornada previa al derbi asturiano y pocos se han fijado en el choque. La salida de Michu, tras renunciar a la secretaría técnica, ha vuelto a mostrar la inestabilidad de la entidad y a Rozada le toca tratar de mantener al equipo centrado en su trabajo. “A mí lo que me gustaría es que se hablara del Huesca”, señala el técnico, consciente de que la semana ha estado alejada de lo deportivo.
Para el entrenador, el choque de El Alcoraz es uno de los que presenta mayor dificultad en Segunda División. “El Huesca es un equipazo que acaba de bajar de Primera y que, por juego, es el mejor de la categoría. Es de eso de lo que se tiene que hablar. Tenemos que ganar para salir poco a poco de ahí abajo”, analiza Rozada, que centra la batalla en el centro del campo: “Tenemos talento e ilusión. Estoy convencido de que los que salgan a jugar lo harán bien. El centro del campo es fundamental”. Por eso, añade, “lo que tenemos que hacer es jugar con el corazón, porque en Huesca habrá momentos muy duros”.
A pesar de que el nombramiento de Rozada fue una decisión de Joaquín del Olmo, exasesor del Grupo Carso en el club, antes que de Michu, la relación entre el entrenador y el ya exsecretario técnico fue tan cercana que una de las razones por las que Michu llegó a plantearse seguir fue por el apoyo de Rozada.
Por eso, la salida del exinternacional es una baja importante para el entrenador, que aprovechó su intervención ante los medios para agradecer a Michu su apoyo en todo momento: “Cada mañana iba a ver a Michu. Para mí, es un día raro. Pierdes una parte de ese día a día y es una situación desagradable. Igual yo no era su entrenador, pero Michu nos ayudó muchísimo. Es un oviedista de pro”.
El equipo viaja esta mañana a Huesca donde se ejercitará por última vez con el fin de apuntalar los planes para el partido. Rozada se ve obligado una vez más a reconstruir su once por las ausencias, aunque la presencia del derbi la siguiente jornada obliga a actuar con cautela. La parte positiva es la recuperación de Sangalli, una pieza indispensable para que funcione el engranaje del sistema ideado por el técnico.