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ESPANYOL 1 - VALENCIA 2

Maxi hace mini a Cornellà

Un gol del uruguayo da al Valencia su primer triunfo tras un mes en un encuentro marcado por los penaltis y por un Espanyol que lo ha perdido todo en casa.

Los sustos de Halloween llegaron tarde a Cornellà-El Prat. Y por eso irrumpieron a lo grande. Con hasta tres penaltis tan clarísimos como innecesarios, uno de ellos anulado por una mano propia, y con un Espanyol que con mucho (estupenda primera mitad) logró muy poco ante un Valencia que necesitó poco para llevarse su primer triunfo en un mes. El gol de Maxi Gómez hizo ‘mini’ a un conjunto perico que cuenta por derrotas sus seis partidos como local, terribilísimo inicio, y que, disipado rápidamente el efecto Machín, no solo sigue en descenso sino que se sitúa al borde del desespero.

Ante un Valencia asolado por las lesiones (Gameiro, Coquelin, Soler y Guedes) y que escogió a Jaume Costa sobre Gayà, la sorpresa en la alineación del Espanyol la protagonizó la entrada de Wu Lei por Vargas. Aunque lo que realmente asombró, en un equipo que contaba por derrotas sus cinco anteriores partidos de esta Liga en Cornellà, fue la sensación de dominio que de entrada impuso. Nueve minutos tardó en exigirse Cillessen frente a un Darder más activo que de costumbre, y uno más Wu Lei en justificar su titularidad, en un encuentro de espacios y desmarques. Especialmente en una banda en la que Cheryshev daba alas al joven Víctor Gómez. También se encontraba cómodo el Espanyol en la estrategia, marca de la casa de un Machín que ha desplegado su catálogo en tiempo récord.

No en vano, y después de gozar de hasta cinco córners a favor en los diez primeros minutos, fue también a balón parado como nació el 1-0. Primero, en una falta lateral que Kondogbia rechazó puerilmente con la mano dentro del área. Y en el consiguiente penalti, un lastre para el Valencia esta temporada, se encargó Marc Roca de ejecutar y de engañar a Cillessen.

No se había visto en otra igual el Espanyol en esta Liga, ya que nunca había ido por delante en el marcador en Cornellà. Ni siquiera los intentos de Rodrigo neutralizaron el empuje local antes del descanso.

Tan difícil se antojaba que pudieran los pericos mantener su presión alta todo el partido como que el Valencia siguiera rindiendo bajo mínimos. Y la reanudación trajo consigo una intervención de Diego López, rozando lo justo para que un peligrosísimo centro de Cheryshev no lo empujara a gol Ferran, que a la siguiente estuvo a punto de desquitarse.

Decayó la reacción del Valencia cuando Pizarro Gómez decretó otro penalti, este en el área local, por un claro agarrón de Darder sobre Diakhaby. Pero no contempló el árbitro, sí el VAR, que el francés había tocado previamente el balón con la mano. Anulado, aunque los de Celades tendrían una segunda oportunidad. El tercer penalti de la tarde, a 22’ del final, fue igual de inapelable e infantil que el primero, este un empujón de Víctor Gómez a Rodrigo que vieron Pizarro, el VAR y Cornellà entero. Parejo en esta ocasión sí pudo lanzarlo. Y materializarlo con claridad.

Se fundió a negro el Espanyol, tal vez fatigado físicamente y segurísimo mentalmente, que volvió a ser el de los anteriores partidos en casa. Lo contrario que un Valencia al que le bastó algo de frescura para remontar del todo, al aprovechar una pérdida del recién ingresado Vargas para que Rodrigo pusiera un centro que Maxi Gómez no desaprovechó. Emerge el Valencia en la zona de nadie hacia Europa, se hunde abajo un preocupante Espanyol.

Machin: "La clave fue el penalti y no solo por el gol, sino cómo fue"

¿Cómo explica la diferencia entre primera y segunda parte?

 Estamos de acuerdo en que hicimos una excelente primera parte. En la segunda tuvimos un rival con muchísimo potencial. Lo minimizamos en la primera parte, pero en la segunda hicieron algo más con el partido en contra. Que nadie piense que nos hemos venido atrás porque queríamos seguir con el mismo plan. Tratamos de minimizar sus contras. Con el cansancio afloran los grandes jugadores. La clave fue el penalti y no solo por el gol, sino como fue. Un cúmulo de cosas que cuando estás en nuestra situación afecta mucho. Fue complicado. Necesitamos un plus de energía física. Campuzano nos dio mordiente, pero no nos ayudaron más los cambios. No tuvimos juego. Sí corazón para llegar de forma directa. Lamentablemente todas las buenas sensaciones o las buenas cosas que hicimos sirven de muy poco o se tapan con la derrota.

Acumulan seis derrotas seguidas en casa.

La única manera de salir de abajo es puntuar. Si hubiésemos sumado un punto, más que merecido en mi opinión, podríamos haber argumentado esa mejoría con algo palpable. Ahora simplemente hacemos muchas cosas bien, jugamos de tú a tú, enérgicos, pero nos hace falta más acierto en los metros finales. El Valencia lo tuvo y nosotros no.

¿Les generó más presión ponerse por delante?

Lo ideal es ir por delante, que es lo que buscamos. Así se puede competir mejor. Dentro de los partidos hay fases, lo controlamos perfectamente en primera mitad. Los maniatamos muy bien. En la segunda se metieron en el partido con ese penalti muy light. Nuestra moral fue para abajo y la suya para arriba.

¿Qué le pareció la actuación de Wu Lei?

Es un futbolista, ya le conocéis, con mucha velocidad. Quisimos explotarla. La condición física no es la mejor par aguantar ese ritmo 90 minutos. En el terreno de juego se han visto sus cualidades. Cuando se le explican las cosas es muy disciplinado. Estoy satisfecho con su trabajo.

¿El equipo queda muy tocado mentalmente?

Es un cúmulo de cosas, no solo el tema mental. Somos todos profesionales y llevamos mucho tiempo. Las hemos vivido de todos los colores. Sabemos lo que tenemos que hacer. Si tenemos calidad hay que demostrarla en el terreno de juego más allá del marcador. En actitud y predisposición estoy muy satisfecho. -A. Biescas