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ESPANYOL

La delantera se seca y es la peor de la década

Solo un gol (Ferreyra) por 10 del curso pasado a estas alturas del campeonato. En la 2012-13 sumaban 4 y en la 16-17 ya llevaban 11, el récord de estos años en Cornellà-El Prat.

Facundo Ferreyra, en el momento de marcar ante el Eibar el único gol del Espanyol ejecutado por un delantero puro.
Juan HerreroEFE

El ataque del Espanyol de la presente temporada es el más seco de la última década. Los números son tan reveladores como preocupantes. Solamente Facundo Ferreyra suma un tanto en LaLiga de los cinco que acumula el conjunto perico, una cifra ostensiblemente inferior a la de campañas anteriores. Ni Jonathan Calleri (que ha estrellado dos palos), ni Wu Lei, ni Víctor Campuzano, ni Javi Puado ni tampoco Pablo Piatti, lesionado los dos primeros meses de curso y ahora de nuevo, han logrado anotar.

La falta de una referencia ha mermado la producción ofensiva. El curso pasado se habían marcado 10 goles en 11 jornadas, con seis tantos de Borja Iglesias y otros de Sergio García, Leo Baptistao, Hernán Pérez y Pablo Piatti.

La peor producción se produjo en el curso 2012-13, justamente cuando el equipo no funcionó con Mauricio Pochettino y fue sustituido por Javier Aguirre. Los cambios de técnico suelen ir acompañados (o provocados) por déficits en el aspecto goleador. En aquel curso se llevaban cuatro tantos, obra de Álvaro Vázquez, Samuele Longo (2) y Cristhian Stuani. También en la campaña 2015-16 hubo cambio de técnico en diciembre, y a estas alturas se llevaban siete tantos: Felipe Caicedo sumaba cuatro, Gerard Moreno y Hernán solamente uno cada uno.

En el otro lado de la balanza se sitúa la primera campaña de Quique Sánchez Flores, con 11 tantos. Es curiosa la estadística pese al talento defensivo del madrileño. Gerard Moreno sumaba cuatro tantos, tres Piatti, dos Hernán y también Leo Baptistao.

Por el momento, y a la espera de que Calleri se recupere y Ferreyra coja continuidad, el Espanyol no está encontrando a sus delanteros. Incluso Pablo Machín expresó la preocupación por el gol aunque luego matizó. Los números le dan la razón y son preocupantes.