El asunto Griezmann es por ahora tabú en el Barcelona
En el Camp Nou, Valverde ha optado por extremos puros: Ansu Fati y Dembéle. Su relación con Suárez y Messi continúa siendo neutra.
Las dos suplencias de Griezmann en el Camp Nou han sido acogidas con una normalidad sorprendente en el entorno del Barça para el estatus de un futbolista campeón de mundo, su precio (120 millones de euros) y sus recambios. El inestable Dembélé y un niño, Ansu Fati, le han adelantado en las preferencias de Valverde, que se ha decantado por futbolistas con más filo para jugar en el puesto de extremo. Nadie, sin embargo, ha parecido agitarse por lo que es una anormalidad a todas luces. Sólo hay que trasladarse a los tiempos del tridente Messi-Suárez-Neymar para saber qué pasaba cuando alguna de las estrellas no jugaba (Anoeta) o era sustituida (Sánchez Pizjuán).
No estamos, además, delante de un jugador veterano. Puede ser lógico que, a estas alturas de sus carreras, Messi y Suárez puedan descansar en algún partido, pero, a sus 28 años, el francés está en su plenitud. Que un finalista al Balón de Oro (tercero en 2016 y 2018) no juegue siempre sorprende, por más que el asunto sea tabú de momento. La exhibición de Messi contra el Valladolid y la aparición de Ansu, que cuenta con el favor de la grada y los medios, han mantenido en un sorprendente silencio el asunto, pero el caso Griezmann está en prealerta. A ninguna estrella le gusta quedar fuera de las alineaciones en los partidos más cómodos que son los de casa. Menos a Griezmann, que marcó tres goles en los tres primeros encuentros en el Camp Nou. El francés ha aceptado su condición de momento, pero el otro día mostró algún signo de contrariedad cuando Suárez le negó algún balón que parecía sencillo mientras él hacía lo posible por contentar al uruguayo y a Messi cuando era el que podía estar más molesto por la suplencia.
Aunque los protagonistas se empeñen en esquivar el asunto, el encaje de Griezmann en el vestuario no ha resultado sencillo. Aquel documental de La Decisión pesó más de lo que él mismo cree. No ha sido mal recibido en la caseta, pero tampoco le han abierto las puertas de par en par. Más bien, ha habido mucha frialdad. “La relación entre Leo y Griezmann es buena. Igual que la que pueda tener con Ousmane o como la que tuvo con el Guaje o con Pedro. Lleva dos o tres meses Griezmann aquí, se están conociendo”, dijo el miércoles por la noche en la SER Piqué, cómplice del polémico documental.
El asunto Griezmann está de momento en pre-alerta. No parece que vaya a ir a más porque el francés ha sido titular en todos los partidos fuera y Valverde valora su trabajo. Pero algo subyace en este asunto que merece más líneas que estos silencios que rodean la extraña situación de la vedette francesa.