Morata da un paso al frente ante la necesidad

Morata marcó en Mendizorroza su décimo gol con la camiseta del Atlético en 27 partidos. El cuarto de esta temporada y el segundo en la misma saliendo desde el banquillo. Por primera vez desde que se puso la rojiblanca encadena tres encuentros seguidos marcando y lo hace en un momento de necesidad extrema en un Atlético con los peores números realizadores de la era Simeone. El técnico no lo escondía tras el partido, su equipo no había sido capaz de inquietar al Alavés en el primer tiempo. "No generamos", explicaba molesto Simeone. Todo cambió tras el rapapolvo al equipo del descanso. Les exigió ser protagonistas del partido, querer en una palabra.

Es Morata el jugador que mejor está interpretando eso en los últimos partidos. Quizá él y Correa. Los dos futbolistas que se asociaron para abrir el marcador. El argentino porque no deja de intentarlo y el madrileño porque sale convencido de poder voltear las cosas. Y, además, le presentan situaciones para ello. La temporada pasada, en 15 partidos con el Atlético hizo seis goles. Un tanto cada 181 minutos. Esta temporada mejora esos guarismos. Ya está en tres goles en el campeonato, para un gol cada 149 minutos.

Además, presenta una estadística curiosa. Ha jugado tres veces en su carrera contra el Alavés y le ha marcado las tres. Morata promedia contra el equipo babazorro un gol cada 38 minutos. El ariete es el mejor argumento ofensivo en los últimos choques y, por ello, Simeone no quiere que ninguna duda planee sobre él. En Mendizorroza, tras el partido, incluso relativizó que Morata pudiera haber sentenciado el partido con un segundo mano a mano con Pacheco que esa vez estrelló en el cuerpo del portero con 0-1. El técnico apuntó que había sido más por méritos del meta. Morata es el clavo al que agarrarse incluso fuera del campo. Inteligente y expresivo, demuestra tablas cada vez que le toca hablar en los medios, capeando el temporal y lanzando con pasión un mensaje de unión muy bien visto de puertas para adentro.