Llorente vuelve al once en el estadio donde maduró
Las rotaciones le presentan al centrocampista una oportunidad única. Creció durante la 2016-17 en el Alavés. No era titular desde el 1 de septiembre contra el Eibar.
Marcos Llorente vuelve a Mendizorroza, el lugar donde se asentó en el fútbol de más alto nivel con una temporada inmensa a préstamos en el club albiazul. El Real Madrid le cedió al equipo vitoriano en 2016 y allí completó un año de crecimiento. Hoy llega siendo jugador propiedad del Atlético y en un momento relevante de su trayectoria. Llorente dejó el Real Madrid este verano ante la insistencia rojiblanca, para ponerse a las órdenes de otro técnico argentino. Con Pellegrino en el Alavés alcanzó su mejor rendimiento, erigiéndose como el mejor recuperador de LaLiga en aquella temporada (302 recuperaciones).
El Atlético tomó nota y porfió hasta que pudo ficharlo. Pero su inicio no ha sido el esperado. Una pretemporada titubeante no le dio la opción de ser titular hasta la tercera jornada frente al Eibar y no fue su día. Desde entonces no ha vuelto a formar parte del once titular, ha jugado con cuentagotas y, cada vez, aparecía más lejos de los planteamientos de Simeone. El técnico recurre hoy a él para dar descanso a Thomas y a Koke a las puertas de la batalla del Sánchez Pizjuán. El familiar aire de Mendizorroza podría ayudarle a reencontrarse con su mejor versión.
Hoy formará una pareja inédita, a priori, junto a Héctor Herrera, para dejar a Saúl el sector izquierdo. Llorente no puede permitirse hoy un resbalón que frenaría muy peligrosamente su posición en una plantilla con una competitividad voraz en el centro del campo. Tiene por delante un partido duro, pero en un estadio del que conoce todos los rincones.