Luis Suárez, un aniversario con Kubala en el radar
El delantero uruguayo lleva 184 goles en cinco años como azulgrana. Iguala los tantos de Samitier y está a 10 del exfutbolista húngaro.
Si todo hubiese sucedido normalmente, Luis Suárez habría cumplido cinco años en el Barça con el mismo regalo que en su debut. Un Clásico. Sancionado por la FIFA por su mordisco a Chiellini, su estreno como jugador azulgrana no hasta el 25 de octubre de 2014. Encerrado a cal y canto en el club, sin conceder entrevistas y jugando partidillos a puerta cerrada contra los juveniles para ponerse en forma, Suárez se puso por primera vez la camiseta del Barça en el Bernabéu. Empezó bien, participando en la jugada del 0-1 de Neymar, pero terminó mal. El Barça perdió y, en la jornada siguiente, el uruguayo se estrelló contra el Celta (0-1). El sector más crítico con su fichaje por no ser un futbolista ejemplar le acusó incluso de estar pasado de peso.
Suárez recibió un buen puñado de críticas hasta que marcó su primer gol en Nicosia. Ahí derramó el ketchup y al final del primer año, ya se había metido a la gente en el bolsillo. Sus históricas noches en Manchester y París, en las que encarriló el viaje hacia la quinta Champions; el gol en Berlín y el 2-1 en el Clásico a Iker Casillas le elevaron como ídolo de la afición. El uruguayo cazador.
En la temporada 2015-16 ganó la Bota de Oro con 40 goles y, ya estos días, acaba de igualar la marca de Samitier (184) y viaja hacia los 194 goles de Kubala, tercero en la clasificación histórica de realizadores. El dato ofrece la verdadera dimensión de su carrera en el Barça. Ganador de cuatro Ligas, cuatro Copas y una Champions, su desencuentro con el gol fuera de casa en Europa desde septiembre de 2015 no mancha una trayectoria espectacular. Eso sí, tampoco debe obviarse que se le echó de menos en Madrid, Turín, Roma o Liverpool los últimos años. Suárez termina contrato en junio de 2021. En pleno subidón el curso pasado, con el equipo oliendo el triplete, dejó caer que le gustaría renovar un año más. La catástrofe de Anfield y su operación acabaron con esa idea. Con ofertas de la MLS, lo que está en duda ahora es su continuidad. Ya lleva siete goles en diez partidos este curso. Un depredador.