Mucho talento, poco acierto

España y Argentina firmaron unas tablas que dejan a ambas selecciones con un camino bastante asequible para llegar a octavos en el Mundial (se clasifican las dos primeras de cada grupo y las cuatro mejores terceras). Con una victoria ante Tayikistán o Camerún ambas tendrán el billete a la siguiente fase en el bolsillo. Fue un empate que reflejó lo visto en el campo. Las dos salieron a ganar, tuvieron su momento y cuando el final se acercó prefirieron guardar el punto cosechado. Lógico...

El partido se inclinó para Argentina en el tramo inicial. Existe una diferencia entre el fútbol español y el argentino que se evidenció en los minutos iniciales. A los jugadores de La Rojita, salvo contadas excepciones como la de Pedri, aún les quedan varios escalones para llegar al fútbol profesional. Los argentinos, en cambio, saben que están en el último peldaño. Allí los que valen debutan jóvenes, les muestran al mundo para venderles a Europa. Y llegan a los 17 años con un hambre competitivo que jugó a su favor en los primeros 20 minutos, donde acumularon jugadas peligrosas.

Una de las más claras nació de las botas de Palacios. Es esta una edad en la que los jóvenes talentos aún tienen ídolos a los que quieren imitar. El ‘10’ argentino nunca oculta que el suyo es Juan Román Riquelme y no tardó en intentar hacer lo que hasta hace poco veía por televisión: un gol desde el centro del campo. Lo rozó. Sólo el larguero impidió que el mediapunta pretendido por el Real Madrid hiciera uno de los goles del año en el 13’. Esa jugada desató el vendaval de los de Aimar: Zeballos en el 18’ y Godoy en el 20’ acariciaron el primer tanto.

A partir de esas dos ocasiones el duelo bajó varias revoluciones y España comenzó a tener la pelota. Lo mismo de Palacios con Riquelme se puede aplicar con Pedri, que siempre muestra su devoción por Iniesta. Ver al canario es entrar en una máquina del tiempo que te lleva a aquel Mundial Sub-17 disputado por Andrés en 2001. Los cinco millones que pagó el Barça el pasado verano por él empiezan a ser la ganga del mercado. Tiene fantasía en sus botas.

Liderados por Pedri y con un Escobar muy rápido y entonado llegaron las ocasiones más claras, incluida una jugada maradoniana de Pedri que rechazó un defensa. También se le anuló a La Rojita un penalti por fuera de juego previo (rectificó el VAR al colegiado). Al descanso se llegó con la sensación de empate justo.

En la segunda mitad los jugadores acusaron la humedad y el partido se les hizo largo. La FIFA sólo permite tres cambios en esta categoría (UEFA autoriza cinco). Quizá deberían llevar a debate esta posibilidad, porque en la segunda parte hubo ganas pero faltaron fuerzas. Apenas se registraron oportunidades claras. Al final, un empate justo que deja a dos de las favoritas con un buen sabor de boca.