El Fuenlabrada, un auténtico martillo pilón
Media ocasión y tres goles. Y con el VAR impartiendo justicia. Así despachó el Fuenlabrada, un martillo pilón, a una triste Las Palmas.
Desde luego, el Fuenlabrada ganó la batalla táctica del trabado primer tiempo. Las interrupciones favorecían sobremanera a los pupilos de Meré, tan disciplinados atrás como pacientes arriba. Nada más empezar, tanto Glauder como Viera estuvieron cerca de inaugurar el marcador, pero el primero remató flojo de cabeza y el semifallo del segundo rozó el poste derecho de Ribas.
Comenzaba a descentrarse Las Palmas, oscurecido su juego ante el férreo control que ejerció el Fuenlabrada sobre Viera. Si tampoco está Pedri, este con la selección sub17, la cojera es evidente. Una vaselina de Srnic no supuso el 1-0 de milagro, y a la media hora tuvo que entrar en escena el VAR, que evidenció un penalti de Lemos a Riera que Areces Franco no vio. Hugo Fraile hizo el 0-1, y entonces los futbolistas ya se desquiciaron por completo, sumidos en mil protestas, incapaces de generar nada productivo en ataque. Encima, el Fuenlabrada hizo más sangre cuando Nteka fusiló a Josep en el 0-2. Areces señaló fuera de juego, pero de nuevo el VAR le echó un cable.
Muro. Las Palmas se estrelló en el segundo tiempo, una y otra vez, contra el muro fuenlabreño. Con más corazón que inteligencia, pero no dejó de intentarlo. Cerca estuvo de recortar distancias, pero Pekhart, en el minuto 63, mandó el balón al limbo desde el área chica.
La expulsión de Vallejo alimentó la esperanza local, hecha pedazos con la clara mano de Curbelo que Fraile, de nuevo, aprovechó de penalti. El postrero golazo de Viera de falta fue una preciosa anécdota.