Rodrigo contribuyó a que Osasuna iguale su récord
La intensidad de los de Arrasate, que suman 30 partidos sin perder en El Sadar, doblegó a un Valencia que alimenta sus dudas.
La expulsión de Rodrigo (28’), rigurosa a ojos blanquinegros, pero de torpeza mayúscula su manera de soltar el codo buscando a Estupiñán, condicionó el partido. Pero en verdad no alteró su guión. Antes y después Osasuna fue mejor. Más intenso, más constante. Un rodillo. Parejo no tocó el balón hasta el 7 y el Valencia no pisó el campo rival hasta el 11. Y esa fue la tónica durante casi toda la velada. Osasuna igualó su récord de 30 partidos invicto en El Sadar y alcanza los 14 puntos; el Valencia se queda en zona de nadie y sin Rodrigo ni Cheryshev para recibir el miércoles al Sevilla.
Sucedió, cosas del fútbol, cuestión de calidad, que Gameiro dejó en evidencia a Raúl Navas y le regaló el 0-1 a Rodrigo (14’), que solo tuvo que empujar el balón en el primer y único remate ché a portería (por los 30 de Osasuna). Ese gol era un espejismo a los méritos del Valencia, una mala resaca para Osasuna, cuya virtud, otra más, fue no irse del partido tras ese mazazo.
Los de Arrasate siguieron y siguieron, con un sinfín de centros de Vidal, Torres y Rubén, con llegadas constantes de Brasanac y Oier, ganando cada balón dividido, cada duelo individual. Y así, por más que Jaume Domenech se ganara el sueldo, primero Oier (33’) y después Rubén (47’), ambos de cabeza, derribaron la muralla de paja de Celades, que entre Lille y Pamplona ha perdido fuelle y ganado en dudas. Cierto es que con la entrada de Maxi Gómez y Ferran el Valencia quiso y pudo meterse en el partido. Pero Osasuna olía a sangre en cada ataque y Estupiñán sentenció con un misil.