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Waldo y Plano muestran su confianza en que el bloque lleve al equipo a la permanencia

Los atacantes pasaron por la tertulia de SER y AS en Bodegas Arzuaga. Ambos insistieron en el mensaje de que deben mejorar en casa, donde todavía no han conseguido ganar.

Waldo Rubio y Óscar Plano confían en que la fuerza del bloque deje al Valladolid en Primera División.
José Luis Rojí

Una máxima del fútbol, tópico incluso, habla de familiaridad en los vestuarios. Waldo Rubio y Óscar Plano no iban a ser menos en la tertulia de SER y AS en Bodegas Arzuaga, donde definieron al Real Valladolid como "una piña" y como un bloque en el que confían de cara a la salvación.

Al extremeño le está tocando vivir estas últimas semanas la cara amarga de su escasa participación, aunque su compañero le anima a seguir trabajando como hasta ahora para volver a tener más minutos. "La gente que no está participando quiere dar un plus. Waldo es un espectáculo entrenando. Es muy complicado incluso entrar en las convocatorias. A mí me gusta que me lo pongan difícil, porque así le voy a exprimir más", dijo el madrileño.

En opinión de Plano, para Waldo "no tuvo que ser fácil dar el salto" desde Segunda B, de estar jugando en campos de hierba artificial a verse en un Zorrilla repleto. Y sin embargo, lo hizo con naturalidad, demostrando "la ilusión que tenía por estar en Primera División", y también "ayudó a conseguir el objetivo de la permanencia con la alegría que transmitió".

Ahora le está tocando vivir otra cara distinta, algo que, como cualquier otro futbolista, no lleva muy bien. Sin embargo, antes de obcecarse prefiere "seguir apretando" para estar listo "cuando el momento llegue". "Todo el que no juega se siente enfadado. Vengo de donde vengo y no me confío, en todos los entrenamientos intento sacar el máximo aprendizaje y trato de aportar lo que yo sé. Tenemos una gran plantilla y todos estamos intentando ponerle las cosas difíciles al míster", comentó Waldo Rubio.

Más continuidad está encontrando Óscar Plano, quien escucha a menudo bromas sobre si es 'el sobrinillo' de Sergio González. Lejos de relajarse, sigue pensando en continuar dando el nivel que está ofreciendo, con tres goles marcados, una asistencia y un penalti provocado, ya que ve que hay "mucha competencia en todas las posiciones" y, si se duerme, puede perder su lugar en el once. Para su compañero, "está haciendo un inicio de temporada increíble y todo lo que le pase a él es bueno para todos", porque todos están "luchando por lo mismo".

Mejorar en casa

Ambos atacantes son conscientes de que deben mejorar en casa, donde todavía no han conseguido ningún triunfo, aunque los dos muestran su confianza en sacar resultados positivos, quién sabe si desde este mismo sábado frente al Eibar. "No estamos muy agobiados porque sabemos que con el trabajo que estamos haciendo la victoria va a llegar. Sabemos que el Eibar no está haciendo las cosas como el año pasado, pero que propondrá un partido complicado", comentó Plano. "Vamos a ir a por ello. A partir del primer triunfo en casa será más fácil. La afición nos dará ese plus que necesitamos para ganar", cercioró Waldo, que ve al equipo "en la línea adecuada para conseguirlo".

La madurez que la plantilla adquirió la temporada pasada vino muy bien a todos. Su fortaleza sigue siendo el bloque, trabajar por quien tienen al lado. "Si queremos mantener al Real Valladolid en Primera tenemos que correr con el de al lado", aseveró un Óscar Plano que pide paciencia a su compañero, porque cree que "la oportunidad le va a llegar" si sigue siendo "constante y trabajando duro como los demás". "Tenemos una plantilla muy competitiva y eso nos va a ayudar a todos a mejorar", zanjaron casi al unisimo.

Los inicios de Waldo

La tertulia en Bodegas Arzuaga sirvió también para conocer un poco más a Waldo, quien afronta su primera temporada completa como blanquivioleta, después de llegar el año pasado al Promesas. El extremo empezó a jugar con cinco años en el Flecha Negra, donde estuvo hasta juveniles, antes de firmar por el Recreativo de Huelva, donde conoció la cara amarga de los impagos en el fútbol durante varios años consecutivos. Aquello le sirvió como aprendizaje y le vale hoy para poner "los pies en el suelo" por saber dónde estuvo "hace tres años" y "lo difícil que es llegar".

El extremeño no ocultó que cuando fichó por el filial lo hizo pensando en subir al primer equipo, algo que consiguió meses después por la lesión de Pablo Hervías, un momento amargo por su compañero pero que recuerda con emoción: "Todos soñamos con algo así. Ha sido, es y será una de las mejores sensaciones de mi vida. Me reuní con la dirección deportiva después de perder 3-2 en el 95' contra el Castilla, pensé que querían darme ánimos, pero era para decirme que me renovaban con el primer equipo. Salí llorando".

Waldo se encuentra a gusto en el club y en la ciudad, a pesar de que hace más frío y llueve más que en su Badajoz natal. Como él, Óscar Plano piensa en continuar ligado al Pucela, a poder ser en Primera, aunque sigue muy ligado a Móstoles y agradecido con el Real Madrid. "Todo lo que soy es gracias a que estuve allí", dijo. Aunque su agradecimiento es total al Real Valladolid: "Es quien me dio la posibilidad de dar el salto a Primera".