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BARCELONA

As, con Panenka en Praga: "Soy un admirador de Ramos"

"Me sorprendió mucho que precisamente él, un defensa, utilizase ese lanzamiento. Así que mi admiración por él". Le gustaría coincidir algún día con Ramos.

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As, con Panenka en Praga: "Soy un admirador de Ramos"
Rodolfo Molina

Pese a tener su casa a unos 40 kilómetros de Praga, Antonin Panenka (2-12-1948) llega puntualísimo a su cita con As a las 10:00 horas en el campo del Bohemians, club modesto y emblemático de la capital checa del que ahora es presidente. Acompañado de Petr Nosalek, su inseparable traductor en las entrevistas, Panenka cuenta anécdotas alrededor de su penalti en una conversación que As publicará en unos días. Pero antes aprovecha la oportunidad para mandarle un mensaje a Sergio Ramos, uno de los futbolistas de élite que ha imitado, o versionado porque no hay dos Panenkas iguales, su lanzamiento desde los once metros. "Me sorprendió mucho que Ramos utilizase mi manera de tirar penaltis porque es un defensa y no esperaba que precisamente él usase mi penalti. Así que la admiración por él y por sus cualidades es todavía mayor. Si fuera entrenador, siempre querría tener un jugador como él en mi épica. Es uno de los mejores defensas; si no el mejor defensa del mundo". Panenka y Ramos estuvieron de encontrarse hace unos años, pero cuando la cita estaba programada, el camero se lesionó y se frustró. Al checo le gustaría cruzarse con el central del Madrid

Donde no se quiere mojar Panenka es en la dialéctica Barça-Madrid. Ahí tira de política: "Soy un gran fan de ambos, Barcelona y Real Madrid. Son dos clubes gigantes con una trayectoria larguísima. Para mí lo que les hace mejores es que, aunque pierdan, siempre tienes aspectos del juego de los dos equipos con los que quedarte y con los que divertirte".

Panenka, por cierto, accedió a repetir su penalti en la portería del campo del Bohemians donde durante meses ensayó con Zdenek Hruska, portero de aquel equipo, el lanzamiento que sorprendió al mítico Sepp Maier en la final de la Eurocopa de 1976 en el Pequeño Maracaná de Belgrado.