De titularísimo a último de la fila en un verano

Solo hay un jugador de la primera plantilla que, sin lesiones de por medio, no ha debutado todavía esta temporada: Óscar Gil. En 7 de los 11 partidos disputados no ha estado siquiera convocado y en los cuatro en los que fue citado no ha llegado a saltar al terreno de juego. Es, claramente, el cuarto de los cuatro centrales que tiene Ania a su disposición, por detrás de Alexis (9 titularidades), Figueras (7) y Olaortua (6).

A esta situación ha llegado el defensa navarro, nacido en Peralta hace 24 años, tras haber sido uno de los jugadores más utilizados por Iván Ania en la pasada temporada. Jugó de titular en 36 de los 47 partidos oficiales, incluidos los cinco de Copa del Rey, que el Racing disputó la pasada temporada, salió desde el banquillo en otros dos y solo se quedó sin jugar en nueve ocasiones, en dos de ellos por sanción. Bien es verdad que la sensación que dejó su rendimiento fue de más a menos, comenzó como pareja indiscutible de Figueras en el centro de la zaga pero a medida que avanzó la temporada pareció que perdió el duelo con Iñaki Olaortua y solo las numerosas lesiones de Jordi Figueras impidieron que visitara el banquillo con más asiduidad. De todos modos, fue titular en los dos partidos del playoff ante el Atlético Baleares en los que el Racing se aseguró el regreso al fútbol profesional.

Es rápido, razonablemente dotado en el aspecto técnico, pero da la sensación que la falta de contundencia y de confianza en sí mismo, letal para un central, ha hecho que Iván Ania haya perdido la confianza en él.

Segunda

Se da la circunstancia de que Gil ya ha jugado en lo que ahora se denomina LaLiga Smartbank: con el Bilbao Athletic, con solo 20 años, jugó 37 partidos, la mayoría formando pareja con Yeray, y con el Oviedo, cedido, disputó 14 partidos, 9 desde el inicio en la campaña 16/17.