LEGANÉS
El día que el Leganés resucitó en Getafe rumbo a la gloria
En la temporada 13-14 los pepineros ganaron al filial azulón 0-2 en el Coliseum. El triunfo frenó una mala racha y sirvió de ignición para el ascenso a Segunda.
No es el del sábado un partido cualquiera, un derbi cualquiera para el Leganés. Los pepineros arribarán al Coliseum con la necesidad inundando sus retinas. En su discurso sólo vale la fórmula Aragonés: ganar, ganar y ganar y volver a ganar. Últimos en la tabla con solo dos puntos, el panorama se le dibuja oscuro a este equipo hecho para algo más que para combatir en el farolillo rojo. Se busca punto de inflexión en Getafe. Como el que hace seis años cambió el orden de una temporada en la que se inició el milagro blanquiazul. También sucedió en Getafe. También supuso el inicio de un antes y un después.
En la temporada 2013-2014 el Leganés todavía militaba en Segunda B. El equipo de Asier Garitano (era su primera campaña en Butarque) batallaba por jugar la fase de ascenso a Segunda. Lo consiguió tras un final de campaña épico que, sin embargo, se torció hasta hacer temer en el último tercio de liga regular. En febrero el Lega se constipó y sumó cuatro partidos consecutivos sin vencer (dos empates, dos derrotas) que dieron un vuelco en su clasificación. Pasó de ser líder en la jornada 28 (54 puntos), a ser tercero en la 32 empatado con cuarto y quinto.
Aquellos goles de Mantovani y el Guaje
Al inicio de la jornada 33 había alto riesgo de desaparecer de los puestos de ascenso a falta de sólo seis jornadas para el fin del campeonato. En esa fecha el equipo viajó a Getafe. El enemigo era el filial azulón en un derbi atípico que aún hoy sirve para hacer burla en los piques entre aficionados de uno y otro equipo. Para aquel Leganés supuso, sin embargo, un balón de oxígeno. La ignición de sus motores rumbo a cambio histórico.
Porque el Leganés ganó 0-2 (goles de Mantovani y el 'Guaje' Carlos Álvarez) y, desde entonces, no perdió ni un solo partido en esa temporada. Sumó, hasta el ascenso definitivo, siete victorias y cinco empates que acabaron colocándolo en Segunda División. Fue, además, una victoria de autoridad basada en una revolución en el once que cimentó el equipo básico con el que se logró el cambio de categoría y que incluso jugó buena parte de la temporada en el fútbol profesional el curso siguiente.
Entre los integrantes de aquel once, mitos pepineros como los antes citados Mantovani y Carlos Álvarez (su épica chilena puso al Lega en Segunda), Sergio Postigo (ahora en el Levante) o Carlos Martínez (ahora segundo en el filial del Lega). De aquel grupo solo sobrevive en el actual plantel Javier Eraso, que también fue titular en el Coliseum esa tarde y que, paradojas de la vida, podría salir de inicio este sábado por las bajas en la medular para otro derbi vital. El sábado, en Coliseum, el Leganés no juega un derbi cualquiera.