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ESPANYOL

Lotina, Rubi o Sergio ya jugaron con un 3-5-2 en el Espanyol

El sistema que quiere implementar Machín apenas se ha utilizado en los últimos 15 años en el primer equipo blanquiazul, aunque el curso pasado Rubi ya lo utilizó en algunos encuentros.

Lotina, Rubi o Sergio ya jugaron con un 3-5-2 en el Espanyol
RODOLFO MOLINADIARIO AS

A lo largo de los últimos 15 años, el Espanyol apenas ha flirteado con la defensa de tres centrales y dos carrileros salvo en contadas ocasiones. Para algunos entrenadores, esta disposición en el terreno de juego ha sido un recurso puntual en momentos críticos o en encuentros especiales, algunos de ellos de amargo recuerdo, otros de digno resultado. 

El primero que le dio estabilidad a este sistema fue Miguel Ángel Lotina, uno de los maestros de Pablo Machín, en la campaña 2005-06. En un momento en el que los blanquiazules no atravesaban por su mejor momento en LaLiga, el técnico vasco decidió cambiar el sistema para resguardarse más sobre todo lejos de Montjuïc. El Espanyol priorizó no recibir goles y encontró cobijo en ese esquema, utilizado por el de Meñaka en otras etapas de su carrera, como con el Deportivo. 

Después de esa etapa, el Espanyol apenas utilizó esta disposición con los siguientes entrenadores, siempre partidarios de jugar con cuatro zagueros. Sergio González, en el curso 2015-16, decidió alinear la defensa de cinco ante el Real Madrid en el RCDE Stadium. Fue un experimento fallido. El resultado y el caos táctico de aquel encuentro, que coincidió con el estreno de Michael Ciani en LaLiga, hablan por sí solos: 0-6. 

El último de los precedentes es de Rubi el curso pasado. En el encuentro en el Camp Nou, cuyo resultado final fue de 0-2, el técnico ahora en el Betis ya actuó con esa disposición con la plantilla actual. Un esquema que se repitió en otros encuentros del tramo final de la temporada. A diferencia del sistema de Machín, los anteriores tenían una vocación más defensiva, con tal de protegerse con un jugador más en el centro de la defensa. La llegada del soriano sumerge al Espanyol en una nueva dimensión táctica.