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SELECCIÓN

El día que Molina debutó con España como jugador de campo

El ex-guardameta valenciano debutó con la Selección Española como jugador de campo en un partido amistoso ante Noruega dejando una imagen para el recuerdo.

El día que Molina debutó con España como jugador de campo
Diario AS

Debutar con la Selección Española representa, el 99% de las veces, el hecho del alcanzar un sueño. Jugar en el combinado nacional de tu país y representar al mismo es motivo de satisfacción y la sensación de objetivo logrado. Y el día del debut suele ser un recuerdo inolvidable para todos los futbolistas que lo logran. Uno que no olvidará nunca el día de su estreno con España es José Francisco Molina. El actual director deportivo de la RFEF debutó de una de las maneras más peculiares que se recuerdan.

El entonces portero del Atlético de Madrid debutó como extremo izquierdo ante la incredulidad de todos los presentes. Y lo hizo en el Ullevaal Stadion -mismo estadio en el que los de Robert Moreno se medirán a Noruega- el 24 de abril de 1996 en un amistoso en el que el combinado dirigido en aquel momento por Clemente preparaba la Eurocopa de 1996. A pesar de que era un partido amistoso más, aquel encuentro entre Noruega y España será recordado siempre como el día en el que Molina debutó como jugador de campo.

En el minuto 75, el defensa del Atleti Juanma López cayó lesionado y se tuvo que retirar del encuentro. A la Selección Española no le quedaban jugadores de campo en el banquillo y Javier Clemente no se lo pensó dos veces: llamó a Francisco Molina, portero y único futbolista que podía entrar al terreno de juego, y le hizo debutar como jugador de campo. Convirtieron el número 18 de la camiseta de jugador restante en un 13 y, con medias y pantalón de portero, el valenciano saltó al campo y se colocó como extremo izquierdo.

Fue apenas un cuarto de hora, pero Molina dejó muy buenas sensaciones en el terreno de juego noruego. Más allá de esconderse y dejar que la timidez se apoderara de él en su peculiar debut, realizó un gran papel defensivo, mostró un gran acierto en la conducción y el pase, participó en varias jugadas de ataque y no perdió ni un balón. De hecho, tuvo la mejor oportunidad del partido para España. A falta de siete minutos para el final, recogió un centro raso desde banda derecha y remató desde la frontal con un toque sutil que se marchó rozando la cepa del poste de la portería defendida por Frode Grodas. El seleccionador afirmó que le preguntó si quería jugar "y él acepto encantado". Fernando Hierro aseguró que "si marca le sacamos del campo a hombros entre todos".

Su debut como jugador de campo fue tan inusual y su actuación tan sorprendente de manera positiva que, al día siguiente del encuentro amistoso, fue portada del Diario AS. Una imagen para el recuerdo.

Noruega, inicio y fin de la carrera de Molina con la Selección

Ese encuentro fue el debut del portero del Atleti con España. Acudió, como suplente de Zubizarreta, a la Eurocopa de 1996 e hizo lo propio en el Mundial de Francia del 1998. Su oportunidad en la portería de la Selección Española coincidió con la llegada de José Antonio Camacho al banquillo. El técnico murciano le hizo debutar como portero en un amistoso contra Polonia y apostó de manera definitiva por él en el año anterior a la Eurocopa del 2000. Fue titular en seis de los siete amistosos previos (Brasil, Argentina, Polonia, Croacia, Italia y Suecia) e inició el campeonato europeo como primer portero.

Sin embargo, su último encuentro defendiendo la camiseta española fue ante Noruega. El mismo país contra el que debutó. Cosas del destino. Camacho le dio la titularidad en el primer encuentro de esa Euro 2000 pero el resultado no fue nada bueno. España cayó derrotada por 0-1 y Molina realizó una mala salida en el único gol del partido, anotado por Steffen Iversen. A pesar de defender al portero y criticar a Gamal Al-Ghandour, árbitro de aquel encuentro, Camacho realizó el relevo en la portería y Cañizares sustituyó a un Molina que aseguró que no pudo "dormir bien desde el fallo". Noruega, un país de amor y odio para José Francisco Molina.