NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Modric: daño colateral por Valverde y el fichaje de Eriksen

La irrupción del uruguayo y la posible llegada del centrocampista danés afectan al croata, que acaba contrato en junio de 2020: los dos jugadores se desenvuelven por su zona de tránsito.

MadridActualizado a
Modric, en el último partido del Madrid ante e Granada.
JAVIER GANDULDIARIO AS

La formidable irrupción de Fede Valverde y la posible llegada de Christian Eriksen al Madrid, ya sea en el mercado invernal o en el verano de 2020, dejan un herido colateral: Luka Modric. La presencia de ambos jugadores afectaría al modus vivendi del croata en el equipo blanco, actual Balón de Oro, que vería afectado su status en el once titular blanco: tanto Valverde como Eriksen donde mejor se desenvuelven es en el puesto de interior, justo donde también mejor funciona el de Zadar.

Modric ha sido un fijo para Zidane desde que el francés llegara al banquillo blanco en enero de 2016. También lo fue con Mourinho (su gran valedor para que llegara al club blanco), Ancelotti y Benítez previamente. El croata, que llegó en los últimos días del mercado veraniego de 2012, rompió a jugar, a asentarse y a demostrar su verdadero nivel en la eliminatoria de octavos de final en la Champions de la temporada 2012-13 ante el Manchester United en Old Trafford, coronado con un sensacional tanto. Hasta entonces, marzo de 2013, había participado en 35 encuentros con el Madrid (entre todas las competiciones), pero sólo había completado 12 partidos (el 34,28%): prácticamente uno de cada tres duelos. A partir de entonces, y en esa misma campaña participaría en otros 17 encuentros, finalizando 11 (el 64,70%). Ese salto cualitativo no se vio recompensado con ningún título, pero fijaba las bases para el esplendoroso ciclo ganador madridista, con Modric como uno de los grandes protagonistas, y que tocó el cielo ganando tres Champions de manera consecutiva, mientras que a la vez, el centrocampista iba ganando terreno en el lugar de los pesos pesados del vestuario blanco. Su sencillez, fuerte carácter y liderazgo en la sombra le convirtieron en un referente tanto para directiva, compañeros y aficionados. 

Ese ciclo madridista de Modric estuvo a punto de dar un giro inesperado al plantearse el croata su salida tras el Mundial de Rusia en 2018: estuvo a un paso de aceptar una oferta del Inter de Milán que le ofrecía un contrato de 10 millones netos anuales durante cuatro años y dos años adicionales en el Jiangsu chino con las mismas condiciones. Pero tras hablar con la directiva del club blanco decidió posponer su salida.

El croata, tras volver a estar en el disparadero de la rumorología con otra oferta del otro club milanés, el Milán, ha empezado la campaña con mala fortuna: fue expulsado en la primera jornada por una entrada involuntaria sobre el celtiña Denis Suárez a la que le ha seguido una lesión en el aductor de su pierna derecha, aunque ha recuperado sensaciones tras su espectacular golazo al Granada (10 de sus 13 goles en Liga han sido con disparos desde fuera del área). Ahora le vuelve a tocar revertir la situación, como cuando llegó en 2012, y en el Alpe d’Huez madridista de octubre: tres salidas consecutivas ante Mallorca, Estambul (donde se jugará gran parte de su continuidad en la Champions) y el Camp Nou como postre. Tres revueltas que definirán en buena parte la temporada blanca cuando apenas se llevan dos meses de competición.