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REAL SOCIEDAD

"¡No se perdona, Mikel, no se perdona!"

Imanol Alguacil no entiende de parones de liga y exprime a los jugadores que se han quedado en Zubieta. La intensidad preside las sesiones de la Real Sociedad estos días.

Actualizado a
"¡No se perdona, Mikel, no se perdona!"
ANDER GILLENEAAFP

Imanol Alguacil no da tregua. No descansa ni cuando hay que descansar. El técnico de la Real Sociedad está muy encima de sus jugadores, les exprime al máximo, y se puede decir que la intensidad preside las sesiones del equipo donostiarra estos días de parón de liga en Zubieta. El librillo de Imanol empieza por la exigencia, sigue por la tensión y termina en la implicación. Y así se lo hace saber a su plantilla. Basta con seguir uno de sus entrenamientos para darse cuenta de ello.

Desde el principio hasta el final, el entrenador oriotarra está continuamente gritando, alentando y exigiendo a sus jugadores. Quiere que cada ejercicio se haga con la máxima intensidad, como si fuera el último de la sesión. "¡No se perdona, Mikel, no se perdona!", grita Imanol Alguacil a Mikel Merino cuando el navarro envía fuera un disparo desde la frontal. Y eso que es uno de los futbolistas más en forma de su plantilla.

Eso sí, mucha intensidad, pero con el balón como protagonista con diferentes ejercicios, la mayoría de ellos relacionados con la finalizaciones, porque entiende el entrenador de la Real que uno de los debes de su equipo es la falta de eficacia. No puede perdonar tanto dentro del área rival como en el último partido contra el Getafe, algo que luego pagó muy caro cuando se quedó con diez jugadores por la expulsión de Diego Llorente. Por eso, en la sesión de este miércoles ha dispuesto de diferentes ejericicios relacionados con el remate final a portería. Y en todos ellos pedía precisión absoluta en los metros finales. "Bucamos remates de cabeza, de cabeza, Joseba", le gritaba a Zaldua cuando hacía un centro raso en vez por el aire como había pedido.

"Portu, tensión, tensión, tensión, ese balón no se puede ir fuera", le corrige al delantero murciano. Willian José tampoco se libra cuando un remate se le va alto. "Eso en el partido no se va fuera, hay que meter, nos acostumbramos a marcar siempre", le gritaba al brasileño. No quería ni un error el oriotarra. En las jugadas ensayadas que entrenaba también corregía a sus jugadores. "Guevara, damos tiempo a que llegue, damos tiempo, agobiamos, buen pase, buen pase!", le espeta gritando al vitoriano. Ninguno de los jugadores que se han quedado en el parón de liga en Zubieta se ha librado de la regañina de su entrenador. Ni siguiera el jugador del filial Julen Lobete, que completaba el entrenamiento del primer equipo. "Bien golpeado ese balón, Julen, más golpeo, eso no vale para nada, muy blando, damos tiempo al rival a llegar!", corregía el oriotarra. Nada se le escapa. Cada entrenamiento se lo toma como si fuera el último. El parón no existe en Zubieta.

Olabe, en la grada

Quien no perdió detalle de la sesión en Zubieta fue el Director de Fútbol, Roberto Olabel, que siguió desde la grada el entrenamiento acompañado de Beñat Labaien, el analista del primer equipo que lo grabó todo desde una posición elevada para después analizarlo junto a Imanol Alguacil. En el entrenamiento faltaron los internacionales, Mikel Oyarzabal, Diego Llorente, Martin Odegaard y Adnan Januzaj. Además, por precaución se quedaron en el interior de las instalaciones tanto Aritz Elustondo como Nacho Moinreal. El central besaindarra porque le quitaron las muelas del juicio y estaba aquejado de un fuerte dolor, y el lateral navarro por un golpe en el costado que no reviste gravedad.