La plantilla del Real Valladolid se queja del césped
La nueva hierba no acaba de estar bien y los jugadores se quejan de inestabilidad en los apoyos. La gota que colmó el vaso fue el penalti fallado por Sandro
El estadio José Zorrilla ha cambiado su fisonomía a lo largo de sus 37 años y no siempre para bien. La última remodelación precede a una renovación del césped completa que se hizo tras el ascenso y que no cumplió los plazos, provocando la esperpéntica imagen del partido ante el Barcelona que dio la vuelta al mundo futbolístico y que será difícil de olvidar. Tras recuperarse y ofrecer un rendimiento digno hasta final de temporada, la hierba fue de nuevo retirada para proceder a la eliminación del foso este verano pasado.
Tras acabar las obras, el nuevo césped parecía tener el tiempo suficiente para arraigar y estar en el estreno contra Osasuna en condiciones, pero se pudo ver que no estaba al 100%, ni siquiera en el siguiente partido en Zorrilla ante el Granada.
Preocupa. Hace semanas que las voces desde el vestuario muestran el descontento con el estado del césped. Tras el fallo del penalti de Sandro, culpa del césped en gran medida, Kiko Olivas el lunes y ayer mismo Nacho mostraban ese malestar: “No estamos cómodos. Notamos inestabilidad y en vez de pensar en el juego, pensamos en los malos apoyos; ya nos hemos quejado donde corresponde” y es por eso que el club trabaja para mejorar el tapete de Zorrilla.