Salomón Obama: "Cuando llegué al Atleti B, me destrozaron"
El atacante milita en el Mérida, en Segunda B. En una entrevista para AS, reconoce que en su día "se exageró mucho" y explica su marcha del Atlético: "Perdí la confianza".
Salomón Obama (4 de febrero del 2000) es por todos recordado como aquella fuerza de la naturaleza que arrasaba con todo a su paso en los clásicos torneo entre polvorones y árboles de Navidad. Su presencia, junto a la de su hermano Fede, garantizaba ver espectáculo. Reinaban y el Atlético con ellos, hasta el punto de ser criticados e incluso silbados por los aficionados que acudían a los campos a disfrutar de las jóvenes promesas. Sus detractores aludían a una superioridad física, algo que siempre ha perseguido al atacante.
Años después, todo ha cambiado para él. Actualmente, milita en el Mérida, equipo de Segunda División B y pelea en cada entrenamiento para ganarse el puesto. En su historia, hubo varios desencuentros. Uno de ellos con el Atlético de Madrid, que reconoce que es el equipo de sus amores, pero del que acabó saliendo porque, para su sorpresa, perdieron toda la confianza en él a pesar de su brillante rendimiento en las categorías interiores: "Cuando llegué al filial perdí la confianza, me destrozaron". Tras aquella etapa, su nombre estuvo en varias quinielas, pero apostó por quedarse en España.
Ahora, en una entrevista para AS, narra cómo se desenvolvió en toda la vorágine mediática de tiempos pasados, su cambio de aires y cuáles son sus objetivos en el mundo del fútbol:
¿Cómo se tomó la presión mediática en torno a su nombre en los torneos alevines?, ¿y a quién no se creía su edad?
Cuando empezamos a jugar en los torneos, si es cierto que sacábamos a la gente una cabeza, pero también había otros que sacaban una cabeza y no se les decía nada. Al destacar mi hermano y yo, la gente nos silbaba, nos pitaba. A esa gente le diría que me vea jugando, que sigo jugando bien al fútbol. Ya no saco veinte cabezas a la gente, el físico está igualado. La gente me decía que cuando tuviera más edad no iba a jugar al fútbol porque se igualaría la fuerza y fíjate, aquí seguimos jugando al fútbol, disfrutando.
¿Le afectó personalmente todo aquello, que la gente pensara que ibas para estrella mundial?
Se exageró mucho nuestro nombre, se nos puso muy por arriba. O no supimos llevarlo o no nos dieron muchas oportunidades. Yo pensaba que tenía nivel para jugar en el filial del Atleti y esa confianza no la tuve. Cuando vienes de estar arriba, quieras o no, te afecta. No sé si me ha acabado de afectar o no, pero lo que sí sé es que soy como al principio.
¿Por qué se marchó del Atlético de Madrid?
Me marché del Atlético de Madrid porque el año anterior, pensaba que iba a jugar con el Juvenil, pero subí al filial con 17 años y jugué 10 partidos. Al siguiente año, el míster me dijo que no contaba conmigo y me pareció muy raro. Se lo comuniqué a mi representante, le dije que para no jugar prefería largarme. Así fue la historia.
Pero en su biografía de redes sociales sigue poniendo que es ex del Atlético de Madrid, ¿qué significa para usted el club?
Me lo ha dado todo desde pequeño, tanto futbolista como persona. Me ha dado todo lo que he necesitado. El Atleti lo ha sido todo para mí. Lo sigo viendo, lo disfruto, lo apoyo. Es el club más importante para mí y siempre estaré en deuda con ellos.
¿Cuál es su mejor recuerdo en la etapa en la cantera?
En Alevines, un partido que jugamos contra el Barcelona en Girona en el MIC. Le ganamos la final 4-3 y metí un gol impresionante. Siempre recordaré ese partido.
Se le ha juzgado muchas veces por sacar todo por su físico, ¿usted cómo se definiría como jugador a día de hoy?
Soy muy rápido, con desborde, regate y uno contra uno. El físico... puede ser que tuviera razón la gente. Antes como era muy alto, muy fuerte, sacaba una cabeza a la gente, podían pensar eso.
Cuando brillaba en los famosos torneos, ¿qué le decían sus compañeros en el colegio?
Llegaba a clase y me hablaban mucho, flipaban. Me preguntaban cómo era estar ahí, todo el mundo quería ir conmigo en las pachangas del recreo. A veces no se creían que estuviera yo ahí, que estuvieran jugando conmigo.
Todo aquello lo gestionaba con su hermano Fede, ¿quién era mejor de pequeño?
(Ríe) Fede en su puesto era mejor y yo en el mío era mejor. Me quedo con los dos.
Ahora ha dejado a un lado el fútbol de filiales y ha fichado por el Mérida, ¿cómo le convencieron?
Me hablo mi representante primero de ir a Alcorcón y luego me llamó el Mérida, el director deportivo me contó que tenían muchas expectativas en mí, que era un buen equipo, que si quería jugar fuera ahí. Y yo sobre todo tenía eso, ganas de jugar. Me decidí por el campo, por la ciudad, por la afición. Espero que podamos hacer una buena temporada, aunque por ahora no vaya bien.
Santi Amaro (ya exentrenador del Mérida) ha sido destituido, el equipo está en puestos de descenso, acaba de ascender... ¿Cómo está siendo la adaptación del equipo y la suya a Segunda B?
Nos está contando arrancar por muchos motivos. No teníamos clara la idea de juego, no nos sentíamos compactos en el campo, no nos hemos adaptado bien a Segunda B. Saliendo de Tercera es difícil, no tenemos una idea clara para seguirla ahora, no sabíamos a qué jugábamos exactamente. Yo debuté en la jornada 6, por fin. Me decía el míster que estaba entrenando, yo sentía que estaba entrenando bien, pero no conseguía jugar. Al final salí el fin de semana, aunque fue una pena el resultado.
Ha jugado contra los mejores jóvenes del mundo, ¿qué es más difícil: aquello o jugar ahora en la realidad del fútbol profesional?
Ahora. Estar en un filial del Atleti, que tenías a futbolistas que jugaban contigo, que la pedías, te la daban donde la querías. Ahora en Mérida es gente más mayor, me tengo que adaptar a ellos. Por ahora no me asocio muy bien con ellos, no es lo mismo. No me adapto bien a las cosas que quieren, intento hacer lo que me dicen, entender, aprender... Lo estoy intentando.
Quien lea el nombre de Salomon Obama pensará que en un par de años estará jugando en Primera. ¿Qué topes se marca como futbolista?
Mi meta siempre ha sido jugar en Primera División. Y la verdad es que para eso tengo que explotar mis virtudes, que no las estoy explotando al máximo. También tengo que entrenar más duro. Mi sueño es jugar en Primera.
Está siendo muy crítico consigo mismo, ¿qué le ha faltado estos años para no despuntar?
Creo que la confianza que me dio el Atleti. Cuando estuve en el Alevín, en Infantil A, en Cadete A, tenía mucha confianza. Nunca jugué en los B, siempre estaba en los A. Cuando llegué al filial no tuve confianza, me destrozaron. No tenía la misma confianza, no era lo mismo y eso me afectó muchísimo.
Ya es internacional con Guinea Ecuatorial. ¿Perdió la fe de jugar con España?
Empecé con la Selección porque me gustaba mucho como jugaban, el fútbol de toque. Mi país me decía que quería contar conmigo, yo les decía que no... Pero claro, con España no jugaba mucho, me lo pensé bien y elegí mi país al final. Mi gente, mi país, por eso me decidí.
¿Siente que su carrera ha avanzado demasiado rápido?
Sí, la verdad. Jugar con tan pocos años en la absoluta es increíble. Cuando me dijeron que iba a jugar no me lo creí. Me quedé alucinado, ver la gente, jugar con el primer equipo de mi país... Aluciné mucho. No te lo esperas con tan poca edad. Me afectó quizás estar tan arriba, en especial en el filial del Atlético de Madrid. Venía de jugarlo todo y perdí la confianza. De la noche a la mañana todo cambió.
¿Considera que se ha sido injusto con usted?
No sé, pero yo tenía mucha fe porque venía de jugar bien. Cuando llegué al filial todo cambió, no me lo explicaba, lo hablaba con mi familia y tampoco lo entendían. Es que venía de jugar todo en el Infantil, en el Alevín, en el Cadete, y de repente no me dieron la misma confianza que me venían dando y me afectó mucho. En el primer año jugué diez partidos y en el segundo ya nada. Me vine muy abajo.
¿Le llegó alguna oferta más ambiciosa?, ¿quizás para jugar en Primera o Segunda División?
Me acuerdo que el Inter o el Mónaco me ofrecieron jugar en su filial. La verdad es que no sé si algún equipo de Primera División, eso lo sabe bien mi representante. Pero tuve muchas ofertas de equipos de España.
Inter, Mónaco, equipos punteros... ¿Por qué se quedó en España?
Yo le dije a mis padres que me quería ir, pero me dijeron que era muy pequeño, que no sabía inglés ni italiano y que me iba a costar mucho. Me dijeron muchas cosas, que no me adaptaría bien porque llevaba mucho viviendo aquí en España, irme con tan pocos años... No me adaptaría bien.
¿Qué le parece Joao Félix?
Es espectacular. Lo vi contra la Juventus, contra el Madrid en pretemporada... Corre mucho, tiene calidad, es habilidoso. Pero me gusta señalar a un compañero mío de la Selección, que me gusta mucho. Es Ferran Torres. Ha sido mi compañero y me gusta mucho como futbolista.
¿Cuál es su referente?
Me gustan mucho Neymar y Mbappé, aunque me quedo con Mbappé que representa mejor mis características.