Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

GIRONA

El Girona ganó fuera de casa seis meses y 16 días después

Ya pisa zona de playoff de ascenso. Gumbau, que firmó el 0-2 ante el Racing, mostró su felicidad: Fue un gol especial, siempre lo recordaré".

El Girona ganó fuera de casa seis meses y 16 días después
NACHO CUBERO

El Girona por fin logró sonreír lejos de Montilivi. El conjunto de Juan Carlos Unzué acabó el pasado domingo con su mal fario a domicilio gracias al contundente triunfo ante el Racing en El Sardinero. La última vez que festejaron fuera una victoria fue hace seis meses y 16 días, en la jornada 28 de la campaña pasada ante el Leganés (0-2). Los rojiblancos completaron un gran encuentro y ello les sirve para mirar hacia arriba en la tabla. Ya ocupan puestos de playoff, suman 16 puntos, y están a tan solo dos del Almería, que es segundo y marca las plazas de ascenso directo a Primera.

Las sensaciones que destiló el Girona en Santander fueron muy buenas y logró darle continuidad a los mostrado una jornada anterior en casa ante el Deportivo. En los dos últimos encuentros ha firmado seis tantos y tan solo ha recibido uno. Un saldo realmente positivo que permite que la confianza del vestuario aumente y se vislumbre el futuro con mayor optimismo. Ganar fuera por fin es algo que alivia y Gumbau fue claro: “Necesitábamos el triunfo. Tenemos muy buenas sensaciones porque estuvimos a la altura durante todo el partido, logrando el resultado mostrando un buen juego. Además, supimos sufrir cuando hizo falta y pusimos la intensidad que merece esta competición. Las dos victorias seguidas nos darán confianza y nos hará tirar hacia delante como equipo”.

Al margen de por el triunfo, Gumbau se mostró excesivamente feliz por haber logrado su primer tanto esta campaña con la camiseta gerundense. Su gol, el 0-2, dio tranquilidad y “fue muy especial, siempre lo recordaré. Siento emoción porque es una alegría volver a casa y celebrar un gol con el equipo de mi ciudad, de mi corazón”, dijo para después explicar la acción: “Granell puso el balón en el segundo palo y yo me avancé porque sabía que la pelota (después del disparo de Marc Gual) caería cerca de la portería”.