“Me sorprenden los pitos, hay que estar a muerte con el equipo”
Stuani insta a confiar porque “nosotros no les vamos a fallar”. Ante el Depor hubo momentos de gran juego y se ganó, pero la hinchada pitó al grupo en algunos momentos.
Pese a que el triunfo ante el Deportivo (3-1) fue balsámico y el Girona vuelve a mirar hacia la zona alta de la tabla (es séptimo y a solo cuatro puntos del ascenso directo), impera una sensación agridulce. La afición rojiblanca demostró ser bipolar en el encuentro del pasado jueves y los jugadores no entienden los pitos que recibieron en ciertos momentos del encuentro. Cristhian Stuani, una de las voces autorizadas del vestuario gerundense, dio la cara y lanzó un mensaje claro a la hinchada: “Los pitos que se han escuchado en el estadio me sorprenden mucho. Se ha de estar a muerte con el equipo y solo pido a la gente que nos apoye en todos los momentos. Nosotros no le vamos a fallar”, se arrancó.
El ambiente, desde el inicio del duelo, no era el todo bueno porque los últimos resultados cosechados crearon crispación. Unzué fue silbado mientras se recitaron las alineaciones. Pero con el paso de los minutos, el equipo rojiblanco cambió los pitos por aplausos y los cerca de 8.000 espectadores que se dieron cita en Montilivi constataron que el Girona carburaba. Fue superior al Depor durante la primera mitad. Eso sí, con el 2-1, los fantasmas volvieron a asomarse por el estadio rojiblanco y la afición se mostró descontenta y silbó. Más tarde, con el cambio de Borja García se vivió una nueva bronca y los nervios crecieron. Pero Stuani firmó el 3-1 de la tranquilidad y Montilivi acabó encantado con el equipo. 90 minutos que dieron para mucho, fue una montaña rusa, y es lo que no gusta a un vestuario que pide el apoyo de su gente para alcanzar el objetivo del ascenso. Stuani fue sincero al respecto y comentó que “la afición ha de estar con nosotros porque cuando estábamos ganando escuchamos bastantes silbidos y esto no nos beneficia. Afición y equipo hemos de ir todos a una. Hay que darse cuenta de este es muy largo y difícil. Reconocemos que las cosas no están saliendo bien fuera y hacemos autocrítica, pero en casa estamos dando la cara y ganando”.
El Girona ha confeccionado una plantilla para alcanzar el ascenso a Primera, pero toca tener paciencia. Unzué aún debe encajar todas las piezas y desde el vestuario gerundense no se cansan de repetir que “esto es una carrera de fondo”. Tan solo se contabilizan nueve jornadas de Liga y el grupo quiere trasladar ahora el buen hacer en Montilivi (es, junto al Cádiz, el mejor local de la categoría) a domicilio. Fuera de casa no han sumado ni un solo punto (es el peor de Segunda) y Stuani apostilló que “ahora el camino es intentar encadenar unas cuantas victorias para acercarnos a lo más alto de la clasificación. Estar bien en casa es fundamental, pero hemos de sumar ya fuera”.