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Getafe: una deuda de padre a hijo queda saldada en Krasnodar

Juan Carlos y su hijo Carlos, aficionados del Getafe, viajaron con el equipo a Rusia. Una promesa de 2008 cuando su niño lloró que les eliminó el Bayern.

Krasnodar
Juan Carlos y su hijo Carlos, aficionados del Getafe, en Krasnodar.
JOSE ANTONIO DELA ROSADIARIO AS

Para poca gente puede ser tan especial un viaje como para Juan Carlos y su hijo Carlos. Dos azulones de pro que se montaron en el mismo avión que llevaba al equipo de Bordalás hasta Rusia. Dos aficionados en la expedición oficial del equipo que han disfrutado como enanos y han dejado saldada una deuda.

¿Cómo se os ocurre venir a Krasnodar? Juan Carlos toma la palabra pausado: “El día que nos eliminó el Bayern Múnich (10 de abril de 2008) mi hijo lloraba como una magdalena. No sabía cómo consolarlo y le dije que no se preocupara, que volveríamos a Europa y que allí estaríamos los dos, fuese donde fuese”. “Hubo otra participación, pero por muchos motivos fue imposible”, asevera Carlos, el hijo, entonces con siete años y hoy mayor de edad.

Puede parecer que el destino no es el soñado, pero para ellos es lo de menos: “Viajar con los jugadores, con el presidente, charlando y con total naturalidad… Es una pasada”. A Carlos le da el relevo su padre: “Esto es una familia. Somos diferentes. No me imagino a dos aficionados del Madrid o el Atleti viviendo estas experiencia”. Su visita a la ciudad toca a su fin. No es ninguna maravilla, pero sabe a gloria.

Llegar al estadio es fácil, poder moverse por allí es diferente. Los dos portan su camiseta azulona correspondiente y los rusos no paran de acercarse a hacerse fotos. “Habrá que tratarlos bien en la vuelta”, bromean mientras entran al precioso Krasnodar Stadium en busca de la tienda oficial para llevarse un buen recuerdo. El Getafe es un club familiar, sí, tanto que un padre y un hijo han saldado una deuda pendiente muchos años después y rodeados de los profesionales con los que comparten sueño: “¿Y si volviésemos a vivir una eliminatoria como la del Bayern con un final diferente?”. El retorno no puede ser más feliz. Tres puntos y Carlos Rodríguez luciendo orgulloso su bandera del Geta firmada por toda la plantilla y el cuerpo técnico. El Geta es diferente y sus aficionados también.