Contó que el incidente con López Gairai (al que le negó el saludo al ser reemplazado ante el Fuenla) ya está olvidado. "Lo que pasó con el entrenador hizo las cosas un poco más difíciles, pero ya está olvidado. Eso se queda en el vestuario. Fue un calentón y nada más, pero ya está olvidado. Pedí perdón, los compañeros aceptaron mis disculpas y el tema quedó zanjado. No hay que darle más vueltas", contó.
Por último, relató que a pesar de no encontrar la regularidad deseada, están en la línea correcta. "Nuestra manera de jugar invita a los equipos a encerrarse en su campo y ahí nos está costando, especialmente de tres cuartos de campo en adelante. Tenemos una idea y vamos a morir con ella. No vamos a cambiar. Nuestro estilo y nuestro fútbol es así", aseguró.