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DEPORTIVO 1 - MIRANDÉS 1

El Deportivo agoniza, el Mirandés respira

El Deportivo ya lleva siete partidos sin ganar. Buen punto para un Mirandés que se adelantó con gol de Marcos. Igualó Mollejo. Ambos siguen en descenso.

El Deportivo agoniza, el Mirandés respira
Quality Sport ImagesGetty Images

El Deportivo recibía al Mirandés tras lograr un empate en el difícil Carranza con la misión de hacerlo bueno, de despegar de una vez. Y no fue así, ni mucho menos. Los coruñeses, que no ganan desde la primera jornada, dieron una pobre imagen y cedieron un empate ante un Mirandés mucho mejor colocado y con las ideas más claras. El punto no saca a ninguno de los dos del descenso, pero deja mejores sensaciones para los de Iraola, muy preocupados por el rendimiento fuera de casa. Para los blanquiazules, un drama. Bronca de Riazor, a mil kilómetros del objetivo del club por juego y resultados y un Anquela al que le espera una nueva semana en el alambre.

El arranque del partido dejó patente la delicada situación de ambos equipos. Respeto, o más bien miedo a despistarse atrás, algo muy habitual en ambos, los más goleados de Segunda. El primer susto para el Mirandés llegó tras una posible mano de Álvaro Peña en el área. Parecía, pero no para un VAR cada día más complicado de entender. Y así, entre siesta y siesta, hubo que esperar hasta el minuto 25 para ver la primera combinación intencionada del Depor. Eso sí, sin probar a Limones. Más mordiente llevó el remate de Marcos tras el habitual error de bulto de Lampropoulos en la salida, pero Dani Giménez evitó que la lluvia que caía sobre Riazor se convirtiese en tormenta en la grada. Y es que el fallo del griego no fue el único de un nervioso Depor que era incapaz de dar dos pases seguidos y capaz de perder balones increíbles. Equipo plano, sin construcción de juego ni plan cuyo peligro fue un disparo de Borja Valle al borde del descanso. Mejor el Mirandés, en idea, presión y hasta dominio. En sentirse cómodo en un estadio que, en teoría, tendría que imponer respeto. Pitos al descanso, más que normal.

En el arranque del segundo tiempo se abrió el partido y cambió todo. Lo primero que sucedió es que Marcos adelantó al Mirandés tras una jugada de rebotes y poca fortuna para los coruñeses, pero de justicia para los méritos visitantes. El gol despertó al Depor, que más por corazón que por juego empató a los seis minutos. Los rojillos decidieron que un balón sobre la línea de banda sobre la línea de banda había salido pero Salva Ruiz, no. La jugada acabó en remate de Bóveda y Mollejo cazando en el área pequeña. Un día más, flojeaba la concentración jabata. El tanto despertó a los blanquiazules, aunque sin excesos, para dibujar un duelo mucho más abierto. Anquela fue tirando de la artillería que tenía en el banquillo ante un Mirandés que no perdió el orden y fue enfriando el partido para llevarse un punto merecido y que sabe bastante bien tras las últimas salidas.