Bartomeu y Neymar, tan cerca y tan lejos
El jugador acude esta mañana a declarar por la demanda doble con el Barça a 3,5 kilómetros de donde el presidente acude a un acto institucional. Bartomeu no pasará por el juzgado.
Después de un verano convulso que empezó con Bartomeu negando cualquier interés por fichar a Neymar y acabó con el presidente dando explicaciones por el fracaso de la negociación para fichar al brasileño, después de enviar dos delegaciones comerciales a París, los dos protagonistas del culebrón del verano finalmente están uno al lado del otro.
Mientras Neymar tiene previsto acudir esta mañana a partir de la 9,45 horas a la Ciutat de la Justícia para asistir (incluso declarar si se lo piden sus abogados) en el juicio que tiene que dilucidar la doble demanda que el club y el jugador se han interpuesto por la prima de renovación, el presidente del club tiene agendado acudir a un acto de presentación de la plataforma ciudadana Barcelona Futur en CaixaForum. Tres kilómetros y medio les separan. Tan cerca y tan lejos.
El Barcelona decidió que a este juicio sólo enviaría a representantes legales y que no acudiría ningún directivo de la entidad. Más o menos lo mismo que el París Saint-Germain, que declinó que su presidente Al-Khelaifi acudiera a declarar y ha enviado a sus abogados. Tampoco se espera al padre de Neymar, pero el jugador, en cambio sí que aterrizó en Barcelona el jueves por la tarde y asistirá al juicio. No es seguro que declare, puesto que el Barcelona no ha solicitado su testimonio. En cambio, los abogados de su parte sí que podrían hacerle declarar. En todo caso, su presencia en el macroedificio de juzgados de la Gran Vía barcelonesa promete ser la atracción del día.
El caso se remonta a la doble demanda que mantiene el jugador y el club. El jugador renovó con el Barcelona en 2017 y en el contrato se estipulaba una prima de renovación. El Barça le reclama a Neymar 75 millones de euros por incumplimiento de contrato y el brasileño ha demandado al Barça por 26 millones más el 10 por ciento en concepto de intereses.
Se trata de un juicio que se ha aplazado ya dos veces y que por una broma del destino se ve tres semanas después de que haya fracasado el intento de traerle a Barcelona de nuevo. Con la polémica calentita aún de todo el lío. En principio, debía celebrarse el 31 de enero, pero el día 28 de ese mes se decretó su aplazamiento. Después se fijó la vista para el 21 de marzo, pero también se aplazó porque los abogados de Neymar no quisieron aportar el contrato del jugador con el PSG en la documentación previa. Ese día el juez ya fijó la vista para el día 27.
El caso se remonta a la prima de fichaje de 40 millones que cobró el brasileño por su renovación por el Barcelona meses antes de pegar la espantada e irse a París pagando, PSG mediante, su cláusula de rescisión de 222 millones. Neymar cobró de inmediato 14 millones por esa renovación y le quedaban 26 millones por cobrar que, cuando el Barça vio que se marchaba al PSG decidió no abonarle e ingresó en una notaría provisionando el gasto.
Neymar consideró que tenía derecho a esa cantidad y demandó al Barcelona solicitándole además un 10 por ciento de la cantidad en concepto de intereses por la tardanza en el pago. Por su parte, el Barcelona demandó a su vez al futbolista al que le pide 75 millones de euros en concepto de incumplimiento de contrato.