A Raúl se le resiste su primer triunfo lejos de Valdebebas

Raúl empieza a saber en sus propias carnes lo complicada que es la Segunda B para el Castilla. Tenía el mítico siete su primera visita a Canarias, uno de los escollos que ha deparado la confección de grupos de esta temporada, y no le fue bien. Un 0-0 en las Islas frente a otro filial, el de Las Palmas, que no inquietó, pero que tampoco pasó apuros ante la amenaza castillista. Un punto que no acerca a Raúl y sus pupilos a la parte alta de la tabla y que prolonga la racha gris de los cachorros de Valdebebas. No han ganado aún lejos del Di Stéfano (dos empates y una derrota) y suma tres partidos consecutivos sin triunfo.

Viene quedando patente que el Castilla aún no le pilla el truco al césped artificial. Lo pasó mal en Ibiza ante el Peña Deportiva (2-0) y esta vez, en otro viaje insular, aunque el verde era de mejor calidad y el campo de mayores dimensiones, se notó en multitud de ocasiones que el bote de la pelota era un peor enemigo que el filial amarillo.

Raúl probó con Marvin en el once inicial y el hispano-nigeriano-coreano fue el mejor de los suyos, aunque apenas se aprovecharan sus buenas incursiones por banda derecha. Casi metió el pie Pedro en una de ellas, en lo que fue la ocasión blanca más peligrosa de la primera mitad. Enfrente, los chavales de Juanma apenas se acercaban a ver qué aspecto tenía Belman. La única, un casi córner olímpico de Toni Robaina que dio en el poste castillista.

Los dos técnicos movieron banquillos y lo que tenía que ser un movimiento para alterar cosas, la entrada de Baeza en el Castilla, apenas tuvo efecto. Jordi apareció en un centro para Latasa, que tuvo la una de las mejores opciones de la segunda mitad, en el 75’, pero peinó el centro lateral más que rematarlo. Aún así, se fue muy cerca de la escuadra de la portería canaria. Tuvo otra mejor incluso en el 92’, cuando su vaselina forzada superó al portero local pero apareció Dani para sacarla bajo palos...

Un Castilla espeso, un filial de Las Palmas que parecía más un equipo norteño que se la creatividad que se le presupone a la cantera de las Islas Afortunadas, y Raúl, sin fortuna. Sigue sin saber lo que es ganar a domicilio en Segunda B. Eso también forma parte de su aprendizaje como entrenador…