EIBAR
El Eibar acusa la falta de concentración
El conjunto armero volvió a irse de vacío tras ser remontados ante el Espanyol.
El inicio de liga 19/20 no está siendo el deseado ni esperado por la SD Eibar, que tras una pretemporada para enmarcar parecía destinado a dar esa imagen de equipo sólido a la que nos tiene acostumbrados las últimas temporadas. La dolorosa derrota ante el Mallorca en Son Moix quedó parcialmente rebajada tras el punto logrado en El Sadar contra Osasuna, sin embargo, lo ocurrido en la tercera y cuarta jornadas de liga ha provocado que la preocupación acerca del estado de la plantilla aumente entre la afición y el propio club.
La vuelta del fútbol a Ipurua se preveía como una oportunidad de oro para un conjunto armero necesitado de una victoria. Sin embargo, ante su afición, el equipo no fue capaz de aguantar un resultado que parecía romper la racha negativa. De hecho, la debacle del equipo se produjo en tan solo dos minutos fatídicos. De esos que es mejor olvidar parta siempre.
Precisamente en la cabeza de los jugadores es donde parece radicar el problema. El equipo tiene calidad, pelea los partidos y ha demostrado capacidad goleadora a pesar de su poca creación ofensiva, pero la confianza del bloque se ve minada a la mínima duda sobre el verde. Una situación que ha propiciado dos remontadas en contra en los dos últimos encuentros.
La defensa se ha convertido en los últimos tiempos en un coladero de goles. Jugadores como Bigas y Paulo Oliveira parecen contar cada vez menos con la confianza del míster, que ha optado, incluso, por reconvertir a Sergio Álvarez a la posición de zaguero. Ramis es el único capaz de marcar las diferencias atrás. Sin embargo, tras dos sustos en la rodilla, tuvo que abandonar el terreno de juego por precaución cuando estaba siendo el mejor del encuentro. Cuanto aguantará sin lesionarse es una incógnita que, desgraciadamente, Mendilibar va a tener toda la temporada. Y con ella, la consiguiente pregunta: Cuando esto ocurra, ¿qué va a pasar?.
Dudas con el balón
Por si fuera poco, el equipo parece cada vez más nervioso con el balón en los pies. Llegar a tres cuartos de campo rival ha supuesto todo un suplicio para los armeros, que sin ideas, han logrado hacer goles más por casta que por calidad. La salida de Jordán está pesando más de lo esperado, y ni Sergio Álvarez ni Edu Expósito han sido capaces de ocupar el lugar del catalán de manera sistemática.
Como si de un efecto mariposa se tratase, todo esto ha derivado en un cambio radical del equipo. De ser el equipo que más centros ponía de LaLiga Santander, a no encontrar la manera de llegar arriba por banda. Un problema que ha afectado de lleno a la delantera, que lleva desaparecida (casi de manera involuntaria) desde principio de temporada. Su producción ofensiva será clave en lo que resta de liga, y a pesar de que los goles llegarán, Mendilibar deberá tratar de mitigar estos problemas cuanto antes.