Casemiro sólo hay uno
Zidane le dio una hora y, tras suplirle, el Madrid se vino abajo. El técnico le racionará para evitar lesiones, pues no tiene sustituto puro en la plantilla.
En este Real Madrid 2019-20, Casemiro sólo hay uno. Figuradamente, pues pocos jugadores en el mundo cumplen al nivel del brasileño en ese rol de mediocentro de contención y salida; y literalmente, pues no existe en la plantilla blanca un sustituto natural de Casemiro, algo que el curso pasado sí había con la presencia de Marcos Llorente. El canterano se marchó traspasado al Atlético ante la falta de confianza de Zidane en él y el Madrid no buscó reemplazo en el mercado.
Esta dependencia del ex del Sao Paulo quedó evidenciada ante el Levante: dejó el campo con 3-1 en el marcador y con el Madrid dominando y buscando el cuarto con insistencia; en la media hora restante, el Levante marcó el segundo y rozó la gesta de igualar un partido que, al descanso, perdía por 3-0. Con Casemiro en el campo, el Levante hizo sólo dos remates, uno a puerta (el gol de Mayoral) y otro fuera; sin él, el equipo granota remató cinco veces en 23 minutos, dos a puerta (una de ellas, el 3-2) y tres fuera de palos. Casemiro se fue del campo con un 57% de duelos ganados, sólo cuatro pérdidas y dejando su impronta en ataque: remató dos veces, una de ellas a puerta y fue para marcar el 3-0.
La plantilla blanca consta de seis centrocampistas: Casemiro, Modric, Kroos, Valverde, Isco y James. Son tres volantes o interiores (Modric, Kroos, Valverde), dos mediapuntas (Isco y James) y Casemiro como único mediocentro puro, único hombre ancla. Un riesgo enorme dentro de la planificación blanca que Zidane pretende conjurar con remiendos: situar a Kroos ahí en ciertos momentos (aunque el propio técnico reconoció que al alemán "le gusta jugar un poco más arriba") y tirar de Valverde como relevo del brasileño, pese a que el uruguayo, jugador de recorrido y buena condición física, es un interior de cajón y su adaptación al nuevo puesto ofrece ciertas dudas.
Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, ponderó la importancia de Casemiro para el equipo blanco: "Es un jugador importante, pero tenemos otros de gran nivel. Todos han estado en sus funciones más que notables. En su posición, no cabe duda de que es de los mejores del mundo, es importante para nosotros". Como Zidane, el Buitre trató de ver un sustituto en la plantilla que, en puridad, no existe. El problema llegaría si Casemiro cae en una lesión de larga duración, como ya le ha sucedido en dos de las tres últimas temporadas: en la 2016-17 se perdió más de dos meses de competición por una fractura de peroné; y en la 2018-19, estuvo un mes fuera por un esguince de tobillo. Si Casemiro estornuda, todo el Madrid corre riesgo de acatarrarse (y de dejarse títulos en el camino).
Casemiro jugó una hora de partido cuando, en condiciones normales, no habría sido titular, pues sólo completó una sesión antes del encuentro por regresar más tarde que ningún otro jugador (junto a Militao) del parón de selecciones. Zidane, consciente de los riesgos de sobrecargar a un jugador con tantos kilómetros en las piernas, le dio 30' de descanso, pensando en el PSG, aunque al técnico no le quedó más remedio que alinearle por las numerosas lesiones en la medular: tres de los seis efectivos de la media no están disponibles y no lo estarán tampoco en París, por lo que todo indica que la sala de máquinas blanca en el Parc des Princes volverá a ser la formada por Casemiro, Kroos y James.