El jeque busca meterse a la ciudad de Almería en el bolsillo
Aparte de ingresar 50 millones de euros, Turki Al-Sheikh busca ganarse a los almerienses en el bolsillo sorteando coches y regalando conciertos.
La incertidumbre inicial del fin de semana del pasado 4 de agosto, en el que Turki Al-Sheikh se regaló un equipo en el fútbol español profesional ha pasado a ilusión en gran parte de la afición del Almería, que muestra su alegría en el campo, en el día a día en la calle y en redes sociales, aunque la última no sea una fiable vara de medir. Además del plano puramente deportivo, el jeque saudí busca ganarse a la población con sorteos de coches y conciertos.
En la presentación de la nueva propiedad el director general del Almería, Mohamed El Assy, dividió el proyecto de Al-Sheikh en tres pilares: el deportivo, el de infraestructuras (lo primordial es la construcción de la ansiada Ciudad Deportiva) y el social. En este aspecto el jeque está mostrándose muy activo no sólo con los seguidores rojiblancos, sino con la ciudad de Almería.
Para el próximo 27 de septiembre el máximo accionista de la UDA ha organizado el Rozam Music Festival (Rozam es el 'nickname' de Al-Sheikh en internet). El evento se desarrollará en el Parque de las Almadrabillas, "una localización inmejorable y representativa de nuestra ciudad", según indica la propia entidad almeriense, organizadora del evento, con la colaboración del Ayuntamiento de Almería.
En el cartel del festival está formado por el DJ neerlandés R3hab, considerado como uno de los mejores productores musicales del mundo, Muslim, premiado recientemente como el mejor rapero del año en Marruecos, y los almerienses Nixon y Miriam Amat.
Además del concierto, el jeque regaló un coche al finalizar el encuentro ante el Huesca. El vehículo fue sorteado en el descanso entre todos los espectadores y entregado al final del partido. En el encuentro ante el Girona el club rojiblanco sorteará otros dos coches: uno exclusivamente para los abonados y otro para el público en general.
Así, el nuevo propietario del Almería, que ha hecho un desembolso de 50 millones de euros (unos 20 por la compraventa, siete de la deuda arrastrada y más de 20 en la confección de la plantilla), busca ganarse a la afición y ciudad de Almería, que ya mostró su negativa al cambio tanto de escudo como de denominación y equipación.