Al Mini Estadi le quedan 10 días
Los trabajos de demolición de la que ha sido la casa del fútbol base blaugrana durante 37 años, son inminentes. La actividad se trasladará al Estadi Johan Cruyff.
Al Mini Estadi, el emblema del fútbol base barcelonista durante 37 años (se inauguró el 23 de septiembre de 1982 con un partido entre el Barcelona de Maradona ante el filial blaugrana) le quedan diez días de vida.
Está previsto que el próximo día 16 entren las excavadoras para empezar a derruir el recinto en el que crecieron algunas de las generaciones con más talento del fútbol blaugrana.
Desde Guillermo Amor, que con edad de infantil tuvo el honor de jugar ese partido de inauguración con el primer equipo y sustituyendo nada más y nada menos que a Maradona a Ansu Fati o Riqui Puig, por ese césped han pasado Milla, Guardiola, Valdés, De la Peña, Iniesta, Puyol o Sergi Roberto. Y ha sido el hogar también de técnicos como Carles Rexach, Toni Torres, Quique Costas, Luis Enrique o Josep Guardiola.
La pasada semana, el Barcelona inauguró el moderno Estadi Johan Cruyff en Sant Joan Despí, al lado de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, que a partir de ahora será el escenario del Barcelona B, del femenino y de los partidos de competición europea de los juveniles. Y el Mini desaparecerá para que se construya en el solar que deja el nuevo Palau Blaugrana, que constará de dos pabellones, uno de 10.000 personas y un Petit Palau con capacidad para 2.000 espectadores, y con una pista de hielo complementaria. Encima de la pista de hielo y del Pequeño Palau, se situará la Barça Escola, que constará de instalaciones renovadas y dos campos de fútbol.
Las obras de demolición del Mini durarán entre cuatro y seis meses y será a partir de entonces cuando se iniciarán las obras del nuevo pabellón que debería estar acabado en el 2023.