El Barça no superó la prueba del nueve en el mercado de fichajes
La prioridad del club en primavera era buscar un nueve puro y se fue a por Jovic. Cinco meses después, la plaza sigue vacante.
En primavera, cuando el Barcelona empezó a proyectar la plantilla de cara a este curso las prioridades eran un centrocampista de buen trato de balón, un relevo para Jordi Alba, un nueve puro que pudiera dar descanso a Luis Suárez y el fichaje de un central se contemplaba como ocasión de mercado si De Ligt se ponía a tiro. Cinco meses después con el mercado ya cerrado las dos primeras prioridades se han cumplido con los fichajes de De Jong y de Junior Firpo, pero ha quedado una vez más colgada la posición del nueve puro.
Luka Jovic era el primer candidato a ocupar esta posición, pero las elevadas pretensiones del Eintracht Frankfurt y la irrupción del Real Madrid en la negociación echaron atrás al Barcelona, que por otra parte tenía en mente y encarrilada la contratación de Griezmann. Así que la idea se dejó pasar aunque el francés no sea un ariete puro.
También sonaron los nombre de Maxi Gómez del Celta, de Rodrigo Moreno del Valencia e incluso en Inglaterra se especuló con el interés por Marcus Rashford del Manchester United.
El Barça se desprendió hace dos temporadas de Paco Alcácer, al que traspasó al Borussia Dortmund para quedarse con Munir, quien en el mercado de invierno se fue al Betis para que llegara a ocupar esa posición Kevin Prince Boateng como cedido. El resultado de este cambalache fue un absoluto desastre.
Queda claro que este curso, Luis Suárez vuelve a aparecer en nómina como el único delantero centro puro en un equipo en el que hay muchas soluciones para cubrir sus ausencias (como ahora que anda lesionado del sóleo), pero sin ningún especialista claro. En ausencia del uruguayo han ocupado esa posición desde Gerard Piqué a Arturo Vidal pasando por falsos delanteros centro como Messi o Rafinha hasta que Griezmann, con éxito discontinuo ha ejercido en estas tres primeras jornadas de Liga ese rol, que ya en el Atlético de Madrid no era de su agrado y con este panorama, por lo menos hasta enero, va a tener que ir tirando Ernesto Valverde.