Messi tiene un plan
Esta semana seguirá con un recuperador, se incorporará con el grupo a inicios de la siguiente y no se descarta un partido con el filial para probarse.
"Si tuviera una final este fin de semana, jugaría seguro". Así de contundente contestan dentro del vestuario cuando se pregunta por el estado de Leo Messi. Afortunadamente, el delantero argentino no tiene una final este fin de semana, por lo que aún cuenta con casi quince días para recuperarse de una rotura del sóleo de la pierna derecha que sufrió el pasado 5 de agosto en su primer entrenamiento con el equipo tras regresar de vacaciones.
Ya advirtió Ernesto Valverde que si tienen como consigna no asumir riesgos con ningún jugador de la plantilla, en el caso de Messi se multiplica. De ahí que hace una semana cuando estaba a punto de recibir el alta contra el Betis, los médicos se tiraran atrás tras constatar que el jugador había acabado el entrenamiento del viernes con malas sensaciones. 'Cero riesgos' es el precepto que se mueven los servicios médicos a la hora de afrontar su recuperación.
El problema en la recuperación de Leo es que el sóleo es un músculo traicionero, que no avisa cuando empieza a estar fatigado y que suele proporcionar muchos quebraderos de cabeza al que lo sufre. Un músculo que suele empezar a fallar a partir de los treinta años en jugadores con muchos partidos a sus espaldas.
Por eso la consigna que están siguiendo los servicios médicos es más vale un paso corto adelante que dos largos atrás. Tras el aviso en la previa del Betis, que encendió las alarmas en el club, se va con sumo cuidado en su recuperación.
Esta semana seguirá trabajando en solitario junto a un recuperador -de hecho sólo tendrá dos días de fiesta por los cuatro que concederá Valverde al resto de la plantilla-. El objetivo es seguir aumentando las cargas de trabajo para poner a prueba el sóleo.
Pasada esta semana, entre lunes y martes de la siguiente, está previsto que Leo se incorpore paulatinamente a la dinámica de grupo. No se descarta que se organice durante esos días un partido con el filial para que Leo someta a una prueba seria a su sóleo.
El objetivo fijado es que Messi reciba el alta y entre en la lista de convocados el próximo 13 de septiembre y que juegue como mínimo treinta minutos contra el Valencia en el Camp Nou con el debut de la Champions ante el Borussia como gran reto.
Quien también puede seguir los pasos de Messi en la recuperación es su amigo y socio en la delantera, Luis Suárez. El charrúa se lesionó el pasado 16 de agosto en San Mamés, teniendo que abandonar el terreno de juego antes de que acabara la primera parte. El parte médico diagnosticó una rotura en el sóleo de la pierna derecha sin dar un pronóstico, aunque se filtró que estaría entre tres a cuatro semanas de baja. Así pues, se espera que Suárez también pueda aparecer ante el Valencia dentro de quince días.
Otro que también está previsto darle el alta en las próximas semanas es el defensa Júnior Firpo, que se está recuperando de una distensión en el ligamento interno de la rodilla izquierda.
En cambio, tanto a Ousmane Dembélé como al portero Neto aún habrá que esperar un poco para verlos en un campo: en el mejor de los casos a finales de septiembre.