Víctor mantiene un hilo de esperanza sobre Sergio García
El técnico del Real Zaragoza asume que las opciones para su fichaje son mínimas, pero no arroja todavía la toalla.
Sergio García es ahora mismo una aspiración casi imposible para el Real Zaragoza, pero Víctor Fernández mantiene todavía un hilo de esperanza a menos de dos días de que se cierre el mercado invernal. El técnico considera que el veterano delantero, con pasado a sus órdenes en La Romareda, es la pieza que le falta para acabar de completar su ataque y no arroja la toalla, pese a que es muy consciente de que las posibilidades de éxito son muy reducidas.
Sergio García sólo jugaría en Segunda en el Real Zaragoza, pero quiere apurar hasta el final sus opciones de recalar en un primera división. A sus 36 años, su intención es continuar en el fútbol español, aunque cuenta con alguna jugosa propuesta de Emiratos Árabes, y todavía no ha tomado una decisión definitiva. Y no tiene la necesidad de tomarla este lunes, porque es un jugador libre y, por lo tanto, puede firmar contrato más allá del cierre del mercado.
Dos fichajes más. Víctor Fernández, como no ha dejado de recalcar, quiere dos últimos fichajes ––un medio centro organizador y un delantero–– para acabar de reforzar su plantilla con las máximas garantías, pero se conformaría ahora con la llegada de Sergio García, con el que mantiene un fluido contacto telefónico desde que finalizó la pasada temporada.
Sergio García jugó en el Real Zaragoza de 2005 a 2008 y luego fue traspasado al Betis por 10 millones de euros.
A la espera de una oferta seria final por Pombo
A menos de dos días del cierre del mercado de verano, el futuro de Jorge Pombo continúa siendo una incógnita. Es el único de los transferibles que continúa en la plantilla, pero al Real Zaragoza no ha llegado una sola oferta seria de un club de Primera División y los que han preguntado por él de Segunda no quieren pagar traspaso. Y sin un traspaso, Pombo no saldrá del Zaragoza. La idea inicial del director deportivo Lalo Arantegui era obtener un millón de euros por Pombo, al que le resta sólo un año de contrato y no ha querido aceptar las sucesivas propuestas de renovación, pero a 48 horas del cierre del mercado esa cifra se antoja descabellada para la inmensa mayoría de los clubes de Segunda División, que es en la categoría en la que el jugador, al que representa Bahía, tiene cierto cartel.