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ATHLETIC

Córdoba: “Soy más consciente de lo que es estar en el Athletic”

El extremo bilbaíno ha vivido en una montaña rusa estos dos años desde su debut. Ziganda le catapultó, Berizzo le tachó y Garitano le ha recuperado. Tras unas latosas molestias en la rodilla, está ya bien y con muchas ganas de derbi. Se nota que viene de una familia futbolera.

Actualizado a
Córdoba, en Lezama
PAULINO ORIBEDIARIO AS

Ha entrenado bien estos dos días. ¿A tope para el derbi?

Sí, estoy disponible para que el míster pueda contar conmigo. Tuve que parar por un golpe en la rodilla, me ha dado de guerra y ya estoy en perfectas condiciones.

¿Se comió mucho la cabeza viendo que se perdía el inicio de año y un partido era contra el Barça?

Siempre quieres jugar y una lesión nunca es del agrado del jugador. Lo llevé de la mejor forma posible, haciendo lo que estaba en mi mano para volver rápido. Es agua pasada.

¿Qué tal ha visto al equipo este tiempo?

Hemos empezado bien, ante dos rivales complicados, el campeón y un Getafe fuerte en su casa. He visto al equipo compitiendo a muy buen nivel.

Viene el derbi, todos dicen que es especial.

Y estoy de acuerdo. La Real es un rival cercano y siempre tiene más alicientes. Jugar en casa con nuestra afición, que sabemos que nos va a apoyar... es un partido que deseamos con muchísimas ganas.

Tendrá amigos en el otro lado por haber coincidido en la Sub-21.

Oyarzabal, Igor (Zubeldia) y Mikel Merino. Grandes jugadores. Ojalá les ganemos.

El Athletic ha intentado varias veces fichar a Oyarzabal. ¡Ya le podía haber convencido!

Es un gran jugador.

Va por su tercer año en la élite. Le vino todo muy rápido...

Espero este año con mucha ilusión, con ganas de hacerlo bien y dar un paso adelante dentro del equipo.

Siempre dijo que le guardaba cariño a Berizzo. ¿Cómo es posible eso con alguien que no le dio bola?

Lo primero soy persona, antes que futbolista. Todo se puede llevar al lado positivo y me lo tomé como una fase de aprendizaje. Era una gran persona.

Ziganda es como un padre para usted.

También le guardo muchísimo cariño, porque gracias a él estoy en el primer equipo. Nunca sabré qué habría sido de mí si no me da la oportunidad. Espero verle pronto entrenando.

Y Garitano le ha dado tanta confianza o más.

Desde que vino el año pasado contó mucho conmigo y me dio oportunidades y confianza; eso es algo que se agradece.

¿Cómo ha visto su evolución este tiempo como futbolista?

He madurado. Los años pasan y me doy cuenta de las cosas, aprendo, he mejorado hábitos. Soy más profesional y más consciente de lo que es estar en este equipo.

Representa esa figura de extremos que tanto escasean, de regatear, encarar...

Cada uno tiene su estilo. Me caracterizo por ser vertical y profundo, lo que me pide el míster.

Debería mejorar la finalización de las jugadas...

En la última fase del juego es en la que tengo que dar un paso. El año pasado aporté asistencias y espero mejorar en eso. Y de cara a gol también iré puliendo detalles.

En el otro lado está Larrazabal, otro supersónico.

Es un amigo, tenerle como compañero de equipo es algo fantástico y estoy encantado de compartir con él mi día a día aquí en Lezama y luego fuera del equipo, haciendo planes como dos buenos amigos.

¿Sus espejos son Robben y Etxebe?

De todos los jugadores se puede aprender cosas. Cada vez que veo partidos de fútbol me fijo en los jugadores que actúan en mi posición o cerca de ella. Aprendo de sus virtudes. No tengo ningún jugador fijo. Etxebe es una leyenda, todo un ejemplo y Robben, un jugadorazo.

¿Qué daría por llegar a ese altar en el que está Etxebe?

Todo. Ojalá un día se pueda hablar de mí como de Joseba.

¿Es el fútbol una burbuja?

El fútbol tiene sus cosas, pero no por jugar a este deporte tienes que cambiar de forma de ser, cambiar tus amistades o vínculos. Hay que coger la parte buena del fútbol y pensar que somos personas, que tenemos nuestra vida. Todo va de la mano.

¿De niño soñaba con todo esto?

¿Jugar en el Athletic?

Sí.

¡Por supuesto! Un jugador de Bizkaia, de Bilbao... siempre he sido del Athletic y debutar aquí es algo especial.

¿Su futuro es rojiblanco o puede venir alguien y pagar la cláusula?

Estoy muy feliz aquí, en mi casa.

La cara amarga es ver a amigos como Ganea y Villalibre que no tienen sitio y pueden quedarse un tiempo en blanco.

Somos profesionales y sabemos cómo funciona esto. No hay sitio para todos. Ojalá encuentren acomodo. Sí, es la cara amarga. Son amigos tuyos y ves que se tienen que buscar la vida fuera... pero es parte de la profesión.

Pertenece a una familia muy futbolera. ¿En casa se habla de otra cosa?

Nos gusta el fútbol y hablamos de ello. Somos cuatro hermanos, todos futbolistas y es algo que se vive mucho en casa.

Asier viene pegando fuerte en el Bilbao Athletic. Le encantaría jugar con él arriba ¿a que sí?

Claro que sí.

¡Pero se tendrían que pelear por el puesto!

Ojalá que llegue pronto y podamos compartir vestuario. Y si nos tenemos que pelear por el puesto, yo encantado.

Dos Williams, dos Córdoba... todo queda en casa.

Sí, estaría bien (risas).

En la izquierda hay bastante competencia: Muniain, Yuri a veces... Se lo tiene que currar.

Como todos, es lo que tiene contar con una plantilla competitiva. Eso hace que tengamos elevar el nivel para ganarnos un puesto.

Este año no se ha fichado. La cantera es el futuro.

De donde el Athletic tiene que sacar jugadores es de ahí. Es la pieza clave de este club, algo que nos hace diferentes.

¿Qué más se puede añadir de Aduriz?

Poder aprender día a día de él es para estar encantado, y disfrutar de esta última temporada es muy grande. Ojalá que él también se divierta.