1x1 de la Real: Ødegaard brilla y Oyarzabal hace justicia en el 100’

Moyá: Jugó por sorpresa en lugar de Remiro y cuajó un notable actuación. Imanol fue justo con los méritos de pretemporada. El balear hizo intervenciones de mucho mérito y salvo a la Real en los momentos de más agobio. Estuvo atento y listo en las salidas para cortar balones largos, pero en una no llega bien y pudo ser el 2-0, aunque el remate de Rodrigo dio en el palo.

Zaldua: Compite siempre, aunque le toque bailar con la más fea. Sufrió con Guedes, pero acabó atándolo bien en corto. Salió airoso de la tempranera amarilla que vio.

Le Normand: Aquí hay central para un roto y un descosido. Partido serio en líneas generales, bien al corte por abajo y poderoso por arriba. Debe medir su ímpetu, je le genera algún desajuste, pero en general estuvo bien. En el gol de Gameiro tenía que haber cerrado más de cerca.

Zubeldia: ¿De verdad no es central? En esa posición es muy fiable, siempre atento al corte, rápido en la anticipación y con mucha jerarquía. Y todo eso hay que añadirle su impecable salida de balón. Alternativa muy a tener en cuenta.

Aihen Muñoz: Se le vio más tímido que de costumbre. No se atrevió apenas a subir la banda, pero en defensa estuvo muy serio, porque es muy difícil sobrepasar en banda al navarro. Genera mucha confianza.

Illarramendi: Buen partido del capitán. No se cansó de recuperar balones y repartió juego con mucha paciencia e inteligencia, incrustado entre los dos centrales en el momento de sacar jugado el balón.

Merino: Partido inteligente de Mikel Merino, especialmente tras el descanso. Supo colocarse entre líneas, por delante de Illarramendi para buscar superar las ordenadas líneas defensivas del Valencia, y eso descargó de trabajo al capitán realista. Muy peligroso en los metros finales, le faltó concretar sus buenas acciones personales.

Oyarzabal: Su gol en el minuto 100 vale su peso en oro. Tira los penaltis con una serenidad y aplomo que asustan. De nuevo vital para salir al rescate de su Real. Todo lo demás está condicionado con esa pena máxima que convierte, pero su partido había sido muy interesante, regalando un gol a Willian José que no aprovechó el brasileño.

Januzaj: Demasiado intermitente para la calidad que atesora. Alternó acciones personales muy buenas con momentos en los que parecía que no estaba. El belga debe dar más, porque puede. Su conexión con Ødegaar la debe saber explotar más Imanol Alguacil.

Ødegaard: Partidazo del noruego en su estreno oficial con la Real. Todo lo que hizo estuvo bien, incrustado en la mediapunta, una posición desierta hasta ahora en el equipo realista... ¡y cuánto lo va a aprovechar Alguacil! Jugador muy necesario para dar otra dimensión al juego de posesión del técnico oriotarra. Ødegaard dio todo un clinic de pases entre líneas y conducciones en línea de tres cuartos. Un incordio constante para la defensa del Valencia. Solo necesita que todo lo que produce sea más efectivo. Gran puesta de largo del jugador cedido por el Real Madrid.

Willian José: Se estrenaba con el ‘9’ a la espalda y le faltó colmillo para ser el delantero centro que necesitaba la Real. En la primera parte pudo haber adelantado a los donostiarras y no estuvo fino. Eso sí, trabajo incansable para molestar la salida de balón del Valencia. Y suyo fue el lanzamiento de la falta que provocó el penalti del empate en el minuto 100. Nunca pasa desapercibido el brasileño.

Alexander Isak: Avisábamos en la previa de que iba a dar que hablar en su debut oficial con la Real, y así ha sido. Decisivo provocando la falta que generó el empate final casi con el tiempo cumplido. Él mismo se había encargado de robar el balón a Kondogbia. Muy presente en el tiempo que jugó tras el descanso, mostró buenas maneras aunque no tuviera opción de remate. Pudo ser objeto de un penalti discutido que ni el VAR quiso ver. No se arrugó pese a que en su primera acción recibió un buen golpe de Gabriel Paulista.

Barrenetxea: Pocos minutos para sacar a relucir su habilidad con el balón en los pies, y aún así tuvo opciones y lo intentó. Tiene gran capacidad de desborde y mucho descaro, tanto que perdió un balón dentro del área por el que pudo cometer penalti. La jugada es evitable, fruto de su juventud, pero es que no llega a tocar al rival. Gameiro falló la pena máxima.