Gameiro pone los goles en un Valencia arrollador en Alemania
Los ché, que jugaron 70 minutos con uno más, tuvieron ocasiones para redondear una goleada de escándalo en el Bay Arena frente al Bayer Leverkusen.
El Valencia vuelve a ser el mismo en los despachos… y en el césped. Después del borrón de Brighton, Marcelino alineó un once más que reconocible en el Bay Arena. Y lo cierto es que los ché zarandearon durante una hora a un rival que también jugará la Champions, en su casa y en su presentación oficial. Fácilmente el resultado podría haber sido un 1-4 ó un 1-5 al descanso. Y tras él, al menos otras tres claras pudieron poner un electrónico de escándalo en el Bay Arena.
Pero la falta de acierto de los delanteros y las distintas vicisitudes, VAR incluido, no hicieron justicia a una gran primera hora del Valencia. Fue el Valencia reconocible de Marcelino: control del juego, sin demasiada posesión; seguridad atrás y juego directo para que Rodrigo y Gameiro crearan oportunidades.
Y vaya si las crearon. En el 8’, Rodrigo se quedó sólo ante Hradecky, Demirbay le derribó y el penalti lo transformó Gameiro. Cuatro minutos después, el francés pecó de generosidad al ceder a Guedes en lugar de machacar el segundo. Y en el 20’, Rodrigo fue cazado por Dragovic cuando iba a fusilar al meta alemán. El árbitro expulsó al central pero sacó la falta fuera del área cuando parecía penalti claro. El VAR no corrigió.
El Valencia siguió a lo suyo y otra vez Gameiro rompió la zaga germana para plantarse ante Hradecky. Se la mandó a las manos. El Bayer estaba noqueado pero entre el VAR y unas manos rigurosas de Kondogbia le metieron en el partido. Penalti y gol de Havertz. Increíble pero cierto. El partido estaba igualado. El duelo se equilibró aunque el Valencia aún tuvo una clara a balón parado. Parejo sacó un córner, Garay peinó y Diakhaby la mandó arriba, a puerta vacía, cuando casi ya celebraba el gol.
Nada cambió tras el descanso. Bueno sí, que Cheryshev entró por un desacertado Guedes. Y el Valencia, con uno más ante un rival mermado y cansado por el asfixiante calor, pasó por encima del Leverkusen de entrada. En dos minutos, Cheryshev, a puerta vacía, y Rodrigo la tuvieron. Pero tuvo que ser Gameiro quien restableciera la ventaja ché en el marcador. Kondogbia cortó un balón en el centro y el mismo despeje le llegó al francés, que superó a los centrales por velocidad y, esta vez sí, batió a Hradecky.
Enseguida llegó el clásico carrusel de cambios y todo lo acaecido hasta entonces terminó. Marcelino repartió minutos para todos y aunque el torrente de ocasiones remitió, el Valencia siguió bien plantado sin conceder ocasiones y amarrando una victoria de prestigio, muy merecida, ante un rival de Champions. A Maxi le dio tiempo a tener una muy clara para mojar pero se encontró con Hradecky. De los cambios, un apunte, Garay, Gayà y Kondogbia jugaron prácticamente todo el partido. Una señal inequívoca de los puestos que el Valencia apunta a reforzar.