GRANADA-VALLADOLID
El Granada sigue creciendo ante un Valladolid débil en defensa
El Granada suma sus partidos por victorias tras ganar al Valladolid en Marbella (2-1). Soldado y Puertas marcaron para los nazaríes, Óscar Plano anotó el gol pucelano
El Granada sigue contando sus partidos por victorias tras vencer a un Valladolid desdibujado y con demasiados problemas defensivos. Los nazaríes volvieron a mostrarse sólidos en defensa, a pesar de encajar el primer gol de su pretemporada, obra de un Óscar Plano que fue de lo mejor de los pucelanos.
Diego Martínez salió de nuevo con Soldado arriba acompañando al tridente de mediapuntas que usó el año pasado. Eteki estuvo en la medular junto a Montoro, mientras que Duarte y Germán formaron la defensa. Por su parte, Sergio González sólo dio la titularidad a una de las caras nuevas, De Frutos, y apostó por la base del curso pasado. Los nazaríes salieron más intensos. Buscando esa alta presión y llegando a los dominios de Masip con relativa facilidad. Los pucelanos querían hacerse con el dominio y buscar la velocidad arriba cuando había espacios. Pero el plan no salió muy bien. Y en el minuto 13, una buena presión a un saque del banda vallisoletano, el Granada robó y, tras una serie de rechaces, Soldado abrió el marcador. La zaga de Sergio se quedó quieta pidiendo un posible fuera de juego, pero el tanto subió al marcador. El Valladolid acusó el tanto. Recordaba en fases al del año pasado. Faltaba contundencia atrás, mando en la medular e ideas arriba. En el 27, Puertas mandó a gol otro balón suelto tras un rechace del tiro de Soldado. Sufría el Valladolid y Vico pudo poner el tercero. Sólo Plano parecía enchufado y el mostoleño, antes del descanso, recortó distancias tras una jugada personal, marcando el primer gol de esta pretemporada al conjunto nazarí.
Tras la reanudación el partido empezó a calentarse. Puertas, tras un saque de esquina, tuvo el tercero y Neva obligó a Masip a emplearse a fondo. Llegaron los cambios en ambos equipos, pero el partido no mejoró. La tuvo Adrián Ramos, pero el balón se estrelló en el palo. Los grados subían en el césped y no por el calor, hasta que explotó. El pique entre Alcaraz y Montoro acabó con los dos equipos en una tángana que nunca gusta ver y menos en un amistoso. Tanto que el árbitro propuso suspender el partido. Pero se continuó. El Granada siguió un poco mejor que un Valladolid que siguió mostrando demasiada debilidad defensiva. El Granada sigue creciendo y demostrando ser un equipo sólido ante un Valladolid que aún le queda mucho trabajo para competir en la máxima categoría.