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REAL SOCIEDAD 1-0 ALAVÉS

Una mejorada Real vuelve a ganar contra el Alavés

Kevin marcó de volea el único gol del partido e hizo justicia al equipo que buscó más el triunfo.

Una mejorada Real vuelve a ganar contra el Alavés
@RealSociedad

La Real Sociedad volvió a saborear la victoria en este verano en Zubieta contra el Alavés. Un triunfo por la mínima (1-0) que fue justo porque hicieron más mérito que los babazorros. Imanol ganó así el duelo de los banquillos en el regreso de Asier Garitano a Zubieta. Un partido que se decidió con un golazo de volea del Kevin Rodrigues tras una gran jugada de Januzaj, y que volvió a estar marcado por las muchas pruebas que hicieron ambos entrenadores. Y todo ante una grada que se llenó con más de 5.000 espectadores, hasta el punto de que se quedó pequeño y la afición tuvo que sentarse hasta en la hierba que rodea el campo principal. El partido despertó muchísimo interés entre la afición. Y dejó como conclusión que la Real camina parece por el buen camino, y que el Alavés tiene camino para mejorar. Porque no se puede limitar en ataque a los destellos de calidad de Lucas.

La vuelta de Asier Garitano a Zubieta no defraudó a nadie. El técnico de Bergara, al contrario de lo que muchos pudieran pensar, dejó un grato recuerdo dentro de las instalaciones de Zubieta, y en su vuelta, sin aires de revancha, no hubo nada que sorprendiera a la Real Sociedad. Su Alavés fue fiel a sus ideas y puso en liza su estilo de juego, el mismo que intentó sin éxito implantar en San Sebastián. A Garitano no le importa la posesión de balón y da una falsa impresión de sentirse dominado. Así salieron los babazorros, dejando la iniciativa a una Real que sí pretender tener más el balón, pero que con Imanol Alguacil quiere sobarlo menos para ser más vertical y directo en ataque, buscando transiciones rápidas, más cuando volvió a ensayar con tres centrales en defensa y laterales de largo recorrido.

Puestas las bases de ambos conjuntos sobre la mesa, la historia iba esta vez de sacar partido de una prueba más del verano. Hacer probaturas y seguir rodando los nuevos proyectos para encajar a las muchas caras nuevas que tienen tanto Real como Alavés. En los txuri-urdin jugaban por fin los tres campeones europeos sub-21, por lo que Alguacil recuperaba a tres piezas muy importantes para su idea de juego: Mikel Merino, Igor Zubeldia y Mikel Oyarzabal, aunque no fueran de la partida. Si lo fue Ander Barrenetxea, recién llegado de ser campeón en el europeo sub-19. Los campeones del Alavés ya tuvieron sus primeros minutos la semana pasada. Con dos onces de circunstancias, mezclando ambos técnicos teóricos titulares con jugadores que apuntan de inicio al banquillo, el partido fue muy parejo en su inicio, sin excesivas alternativas en ataque, salvo un ‘regalo’ de Navas a Lucas que desbarató Moyá dentro del área. El balear por fin jugó sus primeros minutos este verano.

Ese episodio, al final y al cabo de lo muy poco que hizo el Alavés en ataque, hizo reaccionar a una Real que se fue creciendo con el paso de los minutos, hasta hacerse con el control total de la posesión. Eso le permitió dominar más el partido, aunque le faltaba profundidad. Cuando la tuvo, generó mucho peligro, como una internada de Gorosabel que no encontró rematador. La Real rondaba el gol y lo encontró Kevin Rodrigues, que marcó un golazo con un remate de volea en el segundo palo, después de un gran jugada de Januzaj y Alexander Isak, que volvió a demostrar que de su asociación de espaldas con los centrocampistas puede aportar mucho a esta Real. El sueco pudo marcar el segundo al filo del descanso, pero su remate dentro de área esta vez pegó en el palo. Buenos minutos otra vez del joven jugador fichado del Borussia Dortmund. También buena aparición en la pretemporada de Barrenetxea, que estuvo incisivo entrando desde la izquierda y también estuvo a punto de marcar. La Real arriesgó en la salida de balón en defensa, algo planteado por Alguacil y que ya no sorprende, con una presión alta del Alavés. Es momento de probar, aunque haya desajustes que casi provocan el empate de los vitorianos. Pero esta vez se puede decir que la prueba de los cinco defensas no salió mal. Un paso más en la preparación.

Tras el descanso, el panorama no cambió nada. La Real siguió siendo superior a un Alavés con bastantes problemas para hilvanar una jugada de ataque y que se limitaba a estar, eso sí, bien plantado en defensa. Su única opción de peligro llegó con una extraña cesión de Llorente a Moyá que se envenenó y que acabó salvando de forma milagrosa el portero mallorquín, que acabó jugando todo el partido, como Remiro contra el Millwall. Gero Rulli de nuevo se quedó sin disputar un sólo minuto. Asier Garitano decidió hacer antes que Alguacil el carrusel de cambios. Quizá en ese momento, aprovechando la diferencia se frescura, el equipo vitoriano estuvo algo mejor, pero incluso entonces Isak pudo ser objetivo de un penalti absurdo de Maripán. Y cuando salieron al campo los Oyarzabal, Portu, Illarramendi, Pardo, Zubeldia, Ødegaard, Aihen, Merino, Zaldua... todo volvió a su ser. La Real volvió a ser el dueño del centro de campo, y arriba Ødegaard pudo marcar el 2-0 en un remate dentro del área al primer toque tras una buena asistencia de Portu. El final estuvo liderado por un extramotivado Oyarzabal, coló queriendo demostrar que no quiere dejar la Real y animado constantemente por la grada, que le pidió de forma insistente que se quedara. Suyo fue una de las mejores jugadas del partido, que terminó con un disparo Siro y seco desde la frontal que se fue por arriba por poco.