Muniain: 10 años del 10 del Athletic
Hoy se cumple una década del debut del punta de la Txantrea, que se hizo león en un partido de previa de Europa League ante el Young Boys, con Caparrós.
Iker Muniain llega a una cifra redonda que muchos futbolistas alcanzan entrada la treintena. Pero él la sostiene con 26 años. Lleva a sus espaldas ya 10 años en la primera plantilla del Athletic, que empieza a contar cuando Joaquín Caparrós decidió darle la alternativa en 2009 ante el Young Boys suizo en la tercera ronda previa de la Europa League en San Mamés. Con su aspecto de chico revoltoso, salió con la bendición habitual del campo a los chicos que vienen de abajo y el idilio se conserva dos lustros más tarde. Salió por Toquero, un ídolo para la gente de Bilbao por su tesón. Llevaba el dorsal 27, ahora porta el preciado 10.
Aquel 30 de julio de 2009, el punta de la Txantrea se convirtió, con 16 años, 7 meses y 11 días, en el futbolista más joven en debutar con el club rojiblanco. "Es un número redondo, una fecha bonita, y espero que sea un buen año y celebrarlo con cosas buenas", señalaba Muniain hace mes y medio tras arrancar la pretemporada en Lezama. No frenó ahí sus hitos de precocidad, ya que en el choque de vuelta en Suiza, el 7 de agosto de 2009, anotó su primer tanto como león, que valió una clasificación en un partido que se estaba poniendo muy feo.
En este tiempo, le ha dado para sumar 385 partidos oficiales con el primer equipo rojiblanco, en los que ha marcado 54 goles: 290 de LaLiga (40 goles), 34 de Copa (4), 54 de Europa League (9) y 7 de Champions League (1). En la clasificación de más partidos jugados con el Athletic, Muniain se encuentra empatado ahora mismo con Óscar de Marcos y Mikel San José en el puesto 21. Unos números que se podían haber agigantado si no llega a ser por las dos graves lesiones de rodilla que sufrió, pero que le han hecho mucho más duro. En la Sub-21 batió casi todos los registros de permanencia. Y para marcar una nueva era en la entidad, ya que en diciembre de 2018 firmó una renovación sin cláusula de rescisión, una materia que quería dejar para la posteridad el presidente Urrutia. Luego le siguieron otros.
Iker aterrizó en Lezama en 2005, con 12 años, procedente de la Txantrea, con una gran capacidad para irse en el uno contra uno. Con 14 años firmó su primer contrato cómo profesional y Joaquín Caparrós se lo llevo a Isla Canela para realizar la pretemporada con los mayores. Amorebieta le acogió casi como su tutor y ahora es él, ya en plena madurez casado y con una hija a su cargo, el que lleva a cabo esa misión. "Cuando me paro a pensar, veo que el tiempo pasa muy rápido. Es tiempo para aprender y tener experiencia. Mi objetivo es prepararme cada día para aguantar el máximo tiempo posible. Ojalá sean otros 10 más", expone. Con Caparrós, Bielsa, Valverde, Ziganda, Berizzo y Garitano, ha sido indiscutible, aunque la presencia de Raúl García le ha alejado de la mediapunta, el lugar donde más disfruta. Ahora, con solo 26 años, es capitán y ejemplo para las generaciones que vienen empujando desde abajo.