Una recepción caótica: sin foto oficial de Iniesta y Villa con sus ex compañeros
Descontento generalizado entre los responsables del club y los organizadores de la gira por el acto de bienvenida en Kobe, que acabó en una tensa charla entre Piqué y Mikitani.
Tenía que ser una noche mágica. Una apoteosis de sentimiento blaugrana aflorando por todo Kobe, con la presencia de Andrés Iniesta encabezando la delegación del Vissel y la de sus excompañeros fundiéndose en un emotivo abrazo, con el delantero David Villa compadreando con sus amigos internacionales de La Roja y con Sergi Samper recordando viejos tiempos con los canteranos.
También tenía que ser un día grande para el dueño de Rakuten, Hiroshi Mikitani, para sacar pecho de la capacidad de su empresa en convertir la imagen del reencuentro del gran mito del barcelonismo con su ex equipo en una portada icónica que se haría rápidamente global. Y hasta para el propio presidente Josep Maria Bartomeu para exportar los valores futbolísticos y extrafutbolísticos de un club que mueve pasiones allá por donde va.
Sin embargo, la cruda realidad acabó poniendo a todos en su sitio. Nadie podía imaginar ni en la peor de sus pesadillas la magnitud de la tragedia que se acercaba. Los primeros indicios de que la recepción de bienvenida no contaría con la formalidad y puntualidad que se vivió en Tokio se vivieron a media tarde. Los organizadores habían citado a los invitados a las 19 horas en el hotel de los jugadores, pero el equipo se ejercitaba a las 18 horas, a casi media hora de distancia del hotel. Evidentemente era materialmente imposible que se cumplieran con los horarios establecidos. Tanto es así que el propio Iniesta ya avisó a la organización que la delegación del Vissel, encabezada por él mismo, David Vila y Sergi Samper, no haría acto de presencia hasta las 20.30 horas, es decir, una hora y media más tarde.
Pero lo peor aún estaba por llegar, ya que tras el discurso de abertura de Bartomeu, salió Juliano Belletti, embajador del club blaugrana, para recurrir a todos sus recursos de conocimiento de castellano, alargando casi en quince minutos su presencia. Después, a las 20.40h, aparecieron Iniesta, Villa y Samper para responder unas preguntas. Sin embargo, el tiempo corría en contra de los organizadores y ante la ausencia del equipo blaugrana, la delegación del Vissel acabó abandonando el escenario ante la estupefacción de Mikitani, que veía como se le desmontaba la foto icónica de un plumazo.
AS ha podido saber que sí hubo al menos una parte de reencuentro de los ex jugadores del Barcelona del Vissel con sus antiguos compañeros, pero fue entre bastidores y prácticamente un aquí te pillo aquí te mato. El carácter oficial que querían dar al reencuentro se vino abajo como un castillo de naipes.
Tras un interludio que se alargó casi una hora más apareció la plantilla del FC Barcelona, pero el ‘soufflé’ ya estaba por los suelos y apenas se alargó unos quince minutos. Hablaron los capitanes Sergio Busquets, Gerard Piqué y Sergi Roberto, y se hicieron la foto de rigor con toda la plantilla junto a Bartomeu y Mikitani. Curiosamente en la foto de la plantilla no estaba tampoco Ernesto Valverde.
Pero eso ya era una mera anécdota porque Mikitani sólo tenía ojos para Gerard Piqué. Una vez finalizada la foto protocolaria, el dueño de Rakuten fue directo al central catalán, al que le une una grandísima amistad desde hace mucho tiempo, para reclamarle su atención. Cuentan los que vieron la escena que se palpaba una tensión evidente en la conversación. Mikitani se dirigió después a Bartomeu para comentarle lo que le había dicho Piqué.
Así pues, una recepción que tenía que ser una de las más grandes celebraciones de sentimiento blaugrana de los últimos años se acabó convirtiendo en casi un funeral, con avalanchas de reproches y rostros serios.