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SEVILLA 2 - LIVERPOOL 1

El Sevilla es más bestia negra aún para el aleman Jürgen Klopp

Un gol postrero del canterano Pozo concede una merecida victoria a los de Nervión, que jugaban al final con uno menos por una expulsión de Gnagnon.

Sevilla - Liverpool.
Sevilla - Liverpool.AFP

Tiene Jürgen Klopp la negra con el Sevilla. El técnico alemán nunca ha ganado a los nervionenses. Perdió y empató con el Mainz 05, con el Dortmund, igualó y cayó con este Liverpool, incluso en una final de Europa League... y volvió a sucumbir en el amistoso del domingo al lunes que se jugó en el mítico Fenway Park de Boston, repleto de aficionados reds de Norteamérica. Un gol postrero del canterano Pozo dio forma a los merecimientos del equipo nervionense, que va forjando una identidad de juego y revelando cosas interesantes en muchos de los fichajes.

Dispuso Lopetegui un once que, salvo un presunto transferible como Nolito, se parece ahora mismo bastante a lo más titular que tiene el Sevilla. Al Liverpool le faltaba su tridente de oro en ataque (Mané-Firmino-Salah) y también el meta brasileño Alisson. Todos de vacaciones. Pero el fútbol-locura del Klopp es una filosofía más allá de nombres y los reds comenzaron con todo arriba, intimidando. Navas sacó un balón casi en boca de gol, pero le dio la vuelta pronto el equipo de Nervión al escenario.

Fueron los de Lopetegui coleccionando ocasiones desde que Diego Carlos rematara un córner algo desviado. De Jong no tuvo tino en un volea difícil, en un mano a mano mucho más fácil que salvó Lonergan y en un cabezazo que cruzó demasiado. Pero el Sevilla la tocaba rápido y llegaba por las alas con la velocidad de Navas, Ocampos, Reguilón y Nolito. El sanluqueño recogió un balón en el área y la alojó en la escuadra en un gol que recordó mucho a los de sus mejores momentos del Celta de Vigo (1-0, 37'). Era mejor el Sevilla, no reaccionaban mucho los reds pero el balón parado dictó sentencia. Origi, tras un rebote, puso las tablas justo antes del descanso (1-1, 44').

Cambió Lopetegui a 10 jugadores y Klopp, al once entero. Amanecía prácticamente otro partido con la segunda mitad, pero el Sevilla siguió pisando el área rival, con Ocampos, el único junto a Jordán que permanecía del primer tiempo, igual de activo. Munir puso a prueba a Mignolet tras un gran cambio de juego de Dabbur. Respondió Jones tras un fallo de Kjaer, paró esta vez lo salvó Vaclik.

Gnagnon, al que Lopetegui andaba probando como mediocentro, condicionó el cuarto de hora final autoexpulsándose por una tremenda patada a Larouci para la que no debía haber ni hubo piedad arbitral. Larouci se marchó en camilla, lesionado. Reinaba hasta llegar la inferioridad un muy buen Óliver Torres. Y cuando casi todos firmaban el empate Koundé mandó un preciso balón largo, Munir dejó solo a Pozo y el canterano batió a Lonergan (2-1, 89') para darle una merecida victoria a un muy buen Sevilla, por muy diezmado que estuviera el campeón de Europa.