El Barcelona llega a Japón por la puerta de atrás
La plantilla plantó a los casi doscientos aficionados japoneses que esperaban en la puerta principal del hotel al acceder por una entrada trasera utilizada como carga y descarga.
El FC Barcelona aterrizó este domingo en el aeropuerto Haneda al filo de las 12.15 hora local. Una hora más tarde la expedición blaugrana salía con destino a Tokio donde les esperaban dos centenares de aficionados japoneses que se apostaron desde primera hora en la entrada principal del hotel donde se alojan los jugadores.
Algunos iban ataviados con camisetas del Barcelona -incluso la nueva a cuadros-, la mayoría con Messi en la espalda, aunque otros tenían a Alba y Piqué entre sus preferencias. Muchos llevaban el móvil con la intención de retratar o grabar la llegada de sus ídolos a su país y los más optimistas se agenciaron un cartel con el nombre y el retrato del jugador en busca de un autógrafo.
Sin embargo, la mayoría de ellos se acabaron dando un canto en los dientes, ya que no vieron por asomo a ningún jugador. Y es que la expedición blaugrana optó por acceder al hotel por una entrada trasera que se utiliza habitualmente como carga y descarga de mercancías. El equipo hizo acto de presencia al filo de las 14 horas, con Clement Lenglet como avanzadilla, seguido muy de cerca por el entrenador Ernesto Valverde.
Poco a poco fueron desfilando el resto de jugadores, en un escenario tan extraño como cajas vacías de bebidas amontonadas de cualquier forma, carretillas de transporte, herramientas de todo tipo y hasta cajas de polietileno para almacenar pescado.
La mayoría de jugadores desfilaron sin prestar mucha atención a los pocos aficionados que se apostaron en la entrada de carga y descarga, pero hubo dos futbolistas que quisieron agradecer personalmente tantas horas de espera. Ter Stegen y Griezmann se pararon a firmar autógrafos. De hecho, el crack francés causó una auténtica locura entre los jóvenes nipones cuando empezó a repartir sonrisas y atender a los seguidores.
La verdad es que el Barcelona sigue un protocolo de seguridad que según en que países puede ser un poco exagerado. Si hay un país donde la gente sigue a rajatabla las normas marcadas es Japón, por lo que el riesgo de cualquier espontáneo que se salte las normas de seguridad es altamente bajo, por no decir directamente imposible. En todo caso, agradecer desde aquí al jefe de seguridad del club, Rafa Soldado, que tuvo la gentileza de informar en todo momento a los enviados especiales sobre los movimientos del equipo a la hora de acceder al hotel.