La tanda condena a un buen Betis ante el Oporto
Los verdiblancos compitieron al subcampeón de Portuga y terminaron, con canteranos, en el área rival, pero los penaltis decidieron la primera semifinal de la Copa Ibérica.
Los penaltis decidieron a favor del Oporto la primera semifinal de la Copa Ibérica, en Portimao, anécdota de pretemporada de la que hay que quedarse con un buen Betis, más cuajado que en el primer amistoso contra el Sheffield United, con ideas claras y capacidad para hacer el primer gol (en juego) que equipo de Conçeiçao, más rodado, ha recibido en cinco duelos jugados ya este verano. Los de Rubi controlaron la mayor parte del encuentro la velocidad del subcampeón portugués y se vinieron arriba precisamente cuando más canteranos y meritorios había sobre el césped, en la recta final.
Salió un buen Betis en el primer tiempo, capaz de liberarse de una tímida presión inicial del Oporto y de dar el zarpazo la primera vez que pisaba área rival. Tello, en la derecha, se deshizo de su marcador y mandó un buen centro al área que Juanmi, libre de marca, cabeceó como mandan los cánones, picado y cruzado (0-1, 13'). El gol dio paso a los mejores momentos de juego verdiblanco, con Canales y Carvalho conectando en el centro y Calderón y Emerson profundos por los laterales. En una gran galopada, el brasileño se plantó delante de Alves, que repelió su mano a mano. Canales lo haría estirarse de nuevo pocos minutos después.
Le costaba al Oporto, dominado, pero las imprecisiones en el centro del campo condenaron a los de Rubi al empate y quizá a algo más de haber estado preciso el equipo portugués. Zé Luis recogió la pelota entre líneas, se perfiló y batió desde el borde del área a Joel Robles, que apenas pudo hacer la estatua (1-1, 30'). Nakajima, minutos después, haría que el portero madrileño tuviera que estirarse, pero su chutazo se estrelló en el palo.
Tras el descanso, el Oporto cambió su once casi por completo y el Betis sólo a Sidnei, que había vuelto de una pequeña lesión. Dominaban los portugueses pero fue Calderón el que tuvo la más clara antes de que Joel hubiera de emplearse en dos buenas paradas y el Betis metiera a un rosario de canteranos para el cuarto de hora final. Y los chavales, liderados por Joaquín, se crecieron. Acabó mejor el Betis el partido, en área rival, pero los 11 metros decidieron.